Hippies, Punkies y otras tribus urbanas

Hippies y tipologías. Parámetros característicos. Paz amor libertad, sexo droga rock’n’roll. Espiritualidad, intelectualismo y clases sociales. Conspiranoias y Cía. Conciencia colectiva y su enfoque esotérico.

 

 

Hippies, punkies y otras tribus urbanas

A los trece años contacté con la «onda expansiva» del movimiento hippie que me acompaño durante mi adolescencia y, bueno, yo diría que su influencia, en general caló bien hondo en la sociedad occidental.

Aunque se trata de un movimiento relativamente heterogéneo, lo entenderé aquí como un sistema de líneas de fuerza que inducen, o conectan, con una serie de comportamientos, actitudes y valores que le son característicos. Sus manifestaciones varían según la época y el lugar. De modo que quizá use el concepto de «hippie» desde un punto de vista muy subjetivo.

Psicologia del hippie y perfiles colindantes

Se asocia a los hippies con dos slogans típicos: «paz, amor y libertad», por un lado y «sexo, droga y rock and roll» de otro. En parte opuestos, pero también un poco complementarios. Casi diría que dos caras de una misma moneda, donde la primera refleja al sector más intelectual y espiritual y la segunda al sector más hedonista, pasota y socialmente escéptico (que quizá, y con ciertas reservas, pueda considerarse más cercana al punk).

 

Pero no solo en el sentido de dos tipos de personas revueltas en un mismo movimiento, sino también dos tipos de tendencias presentes en el interior de cada cual.

Yo añadiría un par de variables más.

Por una parte el vector «espiritualidad» que puede portar tintes orientalistas, cristianos (jesucristo superstar) o chamánicos. Pasando por una «religión de la Pachamama naturaleza», hasta el puro ateísmo materialista procedente de los sectores más neomarxistas.

Luego está el modo de vida, y muy ligado al status social de procedencia. El ideal hippie rehuye el «trabajo asalariado», los horarios de las cadenas de producción, la sumisión al superior jerárquico, etc. pero tampoco se materializaban alternativas concretas (Maia no se deja engañar tan fácilmente 😀 😀 ). De modo que quienes mejor podían vivir como auténticos hippies, viajando, fumando marihuana o comprando una granja en la montaña eran  (aparte de las estrellas de rock, afamados artistas y otras ocupaciones privilegiadas)  los hijos de clase media-alta a cuenta del erario y/o herencia paterno (lo cual era especialmente factible en la época estudiantil y amparados por la estructura académica). Mientras tanto, otros debían conformarse con un hippieismo proletario, de vacaciones y fin de semana. (Por no hablar de otras derivaciones hacia el comercio de drogas y otras operaciones digamos que, al margen de la ley)

El vector «intelectualidad» también es relevante. Desde los hippies formados en la universidad (preferentemente carreras «blandas», artísticas o de letras…) hasta quienes rechazan de plano el sistema educativo (en la teoría y en la práctica) optando por el refuerzo de una inteligencia de tipo más emocional y visual y en contacto directo con el libro de las experiencias de la vida.

En los últimos años, y con el desarrollo de la informática, puede apreciarse cómo la onda expansiva hippie se introduce en especialidades de tipo técnico como los lenguajes cibernéticos de programación. La informática es otro mundo dentro del «árbol de la ciencia», yo casi hablaría de «lenguajes técnicos». Como lenguajes que son, están próximos a las llamadas especialidades artísticas y de «letras». Pero como «técnicos», que también son, tienen su buena parte de «ciencia dura»
(Y en este sentido también vendrían a ser próximos a los lenguajes jurídicos y administrativos)

El tipo de activismo político también es digno de tener en cuenta. Desde el pasotismo escéptico hasta la militancia activa. Y dentro de esta última, las vías más o menos pacificas o violentas… Yo casi diría que el hippieismo es más propio de clases medias altas que se rebelan contra la cultura y modo de vida propuesto por los propios  padres. Las clases más bajas combinan los aspectos puramente contraculturales con los de tipo material-económico, y puede originar fricciones entre los hippies intelectuales y de clase alta y los «proletarios» de clase baja.

Otras líneas de tensión pueden aparecer entre el sector más naturista-higienista y el militante consumidor de alcohol y drogas. Muy relacionado, aunque no solapa al 100%, es la linea que va desde el materialista-marxista hasta el espiritualista.

 

Mis «deberes» adolescentes.

El Rock

Yo comencé degustando la música de los Beatles y los Rolling Stones en un viejo radiocasete. Poco a poco la discografía fue enriqueciéndose con nuevos grupos y los equipos de música iban renovándose con cada vez más vatios. Jethro Tull, Slade, Pink Floyd, Yes, Mike Oldfield, Bob Marley, The Who, Supertramp, Bob Dylan, Janis Joplin, Jimy Hendrix, King Crimson,,,,

El silencio fue desapareciendo de mi vida. No solo para mí sino para mi familia y sufridos vecinos que disfrutaban de un hilo musical permanente 😀 :D.

Por aquella época todavía mantenía vivo mi interés por la temática ufológica y aún hoy cuando oigo el ripples de de Genesis

O el Solsbury hill de Peter Gabriel

me retrotraigo a las historias astroarqueológicas de Jacques Bergier, Erich von Daniken y Peter Kolosimo.

No sé que efectos pueda tener sobre el psiquismo la música rock en sí misma (parece que incorpora ritmos afrolemurianos 😉 ). Pero yo le atribuía un valor de modernidad, o de vanguardismo, mirando un poco por encima del hombro a los seguidores de otro tipo de músicas, que parecían pertenecer a un estrato inferior de la evolución humana 😀 .

En cierto modo, el rock crea una cierta conciencia de grupo entre los «fans» de grupos similares. Pero además, se asume, que el «seguidor» de tales grupos musicales porta unos ciertos valores contraculturales, o ideológicos y similares.

Drogas

Uno de los valores trasmitidos por el rock (o al menos vienen de su mano) es la cultura de las drogas. Bien sea por la alta correlación entre rockeros y consumidores de yerba, ya sea por el ejemplo de los famosos del género. Se trata, más o menos, de la creencia de que el consumo de ciertas drogas aporta algo positivo a la vida humana. Llámese modernidad, vanguardismo, madurez o crecimiento espiritual.

Con 14 años ya había oído hablar algo del LSD e intenté conseguir alguna dosis pero los camellos del pueblo no lo veían muy claro 😀 . Tuve que esperar pues un par de años todavía. De mientras aprendí a fumar, a tragar el humo, y poco más tarde probar con el hachís. Si la música otorgaba un status de vanguardia, el hachís lo multiplicaba. Con el tiempo la vida fue perdiendo sentido si no iba aliñada con un poco de buena yerba. Por supuesto, las personas que no fumaban perdían todo su interés. Pues ¿qué tipo de vida, reaccionaria y aburrida, podía llevar una persona que no fume hachís?

LSD

Y algo similar con el LSD al que, por fin, tuve acceso a los 16 años. Claro que tampoco era una droga para usar todos los días. Recuerdo algunas ocasiones, en algún concierto de Mike Oldfield y The Clash, y la moda de celebrar los Plenilunios. El consumo se realizaba en un contexto lúdico y reivindicativo y durante aquella época no recuerdo «malos viajes» ni alucinaciones sensoriales especialmente intensas. Unicamente alteraciones de la conciencia y de los procesos mentales y emocionales. (Je je, para mí que Descartes se tragó algún honguillo de estos)

Farmacología

Más tarde me puse a investigar los efectos de ciertos fármacos. Los más cotizados eran unas pastillas para adelgazar aderezadas con alcohol y comercializadas con el nombre de dexidrina, spanactine, minilip y maxibamato, creo recordar, y que el médico de cabecera recetaba sin ningún reparo a cualquier adolescente que alegase tener una hermana un poco gordita. Más tarde comprobé que ni siquiera los «especialistas» tenían la más remota idea de los explosivos efectos que sobre el SNC tenían este tipo de sustancias. Lo cual, por otra parte, no era de extrañar a la vista de que eran (y siguen siendo) los propios comerciales de las farmacéuticas quienes asesoraban a los doctores. En fin, en general, cualquier fármaco en cuyo prospecto se advirtiese de contraindicaciones con el alcohol se convertía en candidato a la experimentación: Tranquilizantes, antiepilépticos y antiparkinsonianos eran las mejores opciones.

Relaciones sociales

Desde un punto de vista bioquímico «las drogas» no son necesariamente mucho más perjudiciales que cualquier tratamiento médico o neuropsiquiátrico. De hecho son sintetizadas y comercializadas por los mismos laboratorios. Pero su uso en un contexto lúdico, «militante» o, llamémosle, hippie, acarrea otras consecuencias de tipo karmiko y psicosocial. De un lado el rechazo que sufre el consumidor de este tipo de sustancias (cuyos síntomas son plenamente visibles, especialmente cuando se trata de un consumo «reivindicativo») Y de otro lado el rechazo, o la desidia, que el consumidor militante siente por los modos de vida y de diversión convencionales.

En pocos años fui reduciendo el número de amigos y de contactos al núcleo de consumidores habituales de hachís y el rendimiento académico fue decayendo notablemente.

Los estudios

Yo era, relativamente, buen estudiante y pude mantenerme pasando los exámenes hasta el preuniversitario, o de orientación universitaria, no sé cómo le llaman ahora. Se me daban bien la física y las matemáticas así que estaba cantado que debería tirar con los «listos» a la rama de «Ciencias».

Aunque poco a poco fui dejando de ir a clase, fui pasando los exámenes, gracias a la ayuda de mis sufridas compañeras que me dejaban fotocopiar los apuntes en fechas previas al examen.  Todo lo cual me dejó una deuda karmika para con las impecables estudiantes 😉 que espero ir amortizando en sucesivas encarnaciones. Mis profesores no perdían la esperanza de que algún día sentara la cabeza y me convirtiese en algún ilustre científico o inventor de alguna nueva arma estratégica. Pero mis metas no iban más allá de terminar los cursos preuniversitarios. De hecho no tenía muy claro el currículo convencional de estudiar una carrera, acceder a un buen trabajo, una buena esposa y criar una buena prole de chamaquitos para que sigan repitiendo el ciclo indefinidamente… De modo que, después del preuniversitario, decidí tomarme un año sabático, a costa del erario familiar.

Conclusión

Por lo demás la adolescencia transcurrió de un modo feliz, fumando marihuana, haciendo piparras, yendo a conciertos, experimentando con el LSD, todo ello dentro de un contexto lúdico. (Sin perjuicio de ciertas lineas de fuerza karmikas que estaba activando  y que tendría que quemar más adelante) Al menos así fue hasta los 18 años en que tuve algunas experiencias de tipo pseudomístico y otros viajes un poco raritos ;). Pero eso ya es otra historia.

(Bueno no quería decir que fuí feliz gracias a las drogas y demás, que ya me pitan los oídos ;). Quizá deba entenderse que fui feliz a pesar de todo ello, no sé. )

 

Connotaciones sociológicas del hippieismo


El lema de la «paz, amor, libertad» recuerda a aquél otro de la revolución francesa «libertad, igualdad, fraternidad» (que, por cierto, no tuvo mucho de pacífica) y conlleva cierta resonancia masónica.

La «paz» surge como evidente rechazo a una sociedad militarista y militarizada, la cuestión nuclear, el servicio militar. La «paz» es, en el fondo, un «grito de guerra» contra la decadente sociedad burguesa de la época, ambientada en la guerra de Vietnam.

El «amor» también surge frente a los rígidos patrones relacionales de las sociedades modernas cada vez más superficiales. Surgen nuevas tendencias, vida en comunidad, amor libre, aderezado todo ello con nuevas drogas y, llamémosles, actividades lúdicas.

Y «libertad» frente a las constricciones culturales, tabúes etc. transmitidos por las generaciones precedentes. Tema sexual, homosexual, feminismo.., Y las constricciones laborales, alienación en el puesto de trabajo, etc.

Sexo, alcohol y baile, ha habido siempre, en todas las generaciones en «occidente». Es la vía clásica de escape para una juventud potencialmente revolucionaria, tanto en el sentido material como el filosófico-espiritual. Una diversión adormecedora, que apunta hacia al mantenimiento de status quo dominante. Sexo, alcohol  y música como merecido premio a las sufrientes conciencias oprimidas, por el yugo del sistema tradicional.

Lo peculiar del «nuevo» movimiento hippie es que canaliza todo el potencial del sexo, de las drogas y la música hacia una transformación de la estructura del sistema social (una transformación que, a priori, no es necesariamente «buena» o «mala». Digamos que sea una transformación de resultados imprevistos).

En lo que concierne al sexo, el amor libre y las relaciones sexuales extramatrimoniales se reivindican como naturales y explícitas mientras que la relación matrimonial, el matrimonio mismo, se convierte en sospechoso de portar valores reaccionarios y alienantes. Canalizando la sexualidad en la forma de un amor libre, vida en comunidad, rechazo del matrimonio tradicional, rechazo a la escolarización de los hijos… se socava la estructura básica de la familia sobre la que se asienta el sistema social tradicional.

Drogas

Igualmente, las drogas hippies son drogas psicodélicas, como la marihuana y el LSD que afectan directamente a la percepción del mundo y al modo de vida y que confieren al consumidor una fuerte conciencia de pertenencia al grupo de consumidores. El alcohol, el tabaco y la cocaína son drogas «conservadoras», o «reaccionarias», mantienen la conciencia unida al status quo terrestre. Primero por sus efectos directos. Y segundo por la adicción generada que orienta nuestro sistema cognoscitivo hacia la provisión de la siguiente dosis, volviendo nuestra unión con el campo gravitatorio terrestre más intensa, si cabe. Las drogas psicodélicas, o alucinógenas, LSD, peyote, ayahuasca y, en menor medida el hachís pueden rasgar el velo protector de Maia mostrando la autentica cara del universo fenoménico. Según el contexto, la experiencia puede quedar archivada como un simple «alucine» o mantenerse en memoria viva e integrada en la propia cosmogonía, alterando el sistema de creencias, y el sistema neuronal en general y de muchas posibles maneras, incluida la sintonía con el campo gravitatorio lunar 😉 .

En general, la experiencia alucinógena sintoniza con la filosofía místico-oriental, al menos en ciertas personas, o contextos, predispuestos a ello. Y también con ciertas formas de psicosis, de tipo más o menos místico-paranoide. Todo parece indicar que se estimulan ciertas áreas del lóbulo temporal donde residen este tipo de funciones (que también pueden reproducirse estimulando las citadas aéreas mediante pulsos eléctricos)

Parece que el cerebro opera, entre otras, en una zona intermedia entre el software y el hardware neuronal. Es como si el software fuese capaz de modificar la propia estructura hardware en determinados estados de conciencia. Pero el hardware, una vez modificado altera a su vez los flujos software. Y esto puede resultar muy problemático ya que, los cambios hardware, tienden a perdurar en el tiempo y, si no son los adecuados, los flujos software, pueden perder su funcionalidad, incluida la propia capacidad de restaurar el hardware a su versión anterior 😉 Entonces se hace necesaria la intervención de un operador exterior, para lo cual se precisa una adecuada tecnología que, me temo, no está a disposición de los profesionales del sector.

En cualquier caso, para bien o para mal, en un sentido u otro, las drogas hippies atentarían contra la estabilidad del sistema social  clásico a través de una mutación del sistema de creencias de los grupos de consumidores y sus entornos más próximos.

Del Rock no me atrevería a asegurar que, por sí solo, como ritmo musical,  sea esencialmente diferente de aquél bailado por las anteriores generaciones. Pero sí parece que integra ritmos africanos y ancestrales que interactúan con el subsconsciente, y muy especialmente en asociación con drogas. Quizá lo más característico del Rock sea su rol como correa de transmisión de valores culturales (o contraculturales, como se prefiera). Su expansión coincidió con la popularización de los aparatos de reproducción de música, tocadiscos, cassettes etc. y otros medios de comunicación, como la televisión en los años 60. La agilización de medios de transporte y desarrollo del turismo popular, por su parte, facilitaba el desplazamiento de la población, la formación de conciertos y eventos musicales… al estilo de Woodstook…

 

Conspiranofilia

Así  las cosas uno se pregunta si todo esto emerge espontáneamente o viene planificado desde algún sitio.

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The Beatles with Maharishi

Un vistazo a las tesis conspiranófilas nos muestra que, efectivamente, hay indicios de que el movimiento hippie pudiera haber sido manipulado por la CIA. Bien sea en el sentido de que el propio movimiento fuese una creación experimental de la CIA, bien sea en el sentido de que fue infiltrado y manipulado posteriormente. Los hechos son, o fueron, que el LSD surgió de los laboratorios experimentales de la Cia, que varios agentes de la susodicha aparecen infiltrados en diferentes eventos típicamente hippies y, principalmente, en la venta y distribución del ácido. También parece que muchos «lideres» hippies, eran hijos, nietos y sobrinos de altos cargos de la administración y del ejercito.

La estrategia consistiría en canalizar las inquietudes juveniles hacia un movimiento inofensivo, pacífico, espiritual, alejado en la medida de lo posible del marxismo y de la «praxis» violenta contra el sistema.

La primera fase consistiría en atiborrar de ácido a aquellos sectores de la juventud que responden a estímulos rebeldes (como pueden ser conciertos de rock o similares eventos o demostraciones antisistema) .

La segunda (o la previa, no sé) seria promocionar a intelectuales que a su vez promocionen las maravillas del ácido.

Finalmente se promocionaría la formación de sectas, de orientación más o menos cristiana, oriental, incluso satánicas, que encontrarían buen caldo de cultivo en las mentes contraculturales acondicionadas por la experiencia psicodélica. En este escenario nos encaja, entre otros, el guru maharishi promocionado a través de los Beatles, «conversiones» al cristianismo de líderes como Bob Dylan y similares.

Otra fase puede ser la ilegalización del ácido que permitiría a los «operadores» jugar libremente con la calidad y la concentración de las dosis distribuidas.

La relevancia de una eventual intervención de la CIA en el movimiento hippie es muy subjetiva. Y es que la “agenda” ultima de los servicios secretos se nos antoja…. ¿secreta..? De entrada, no resulta fácil de interpretar las noticias o las “filtraciones” relacionadas con estas organizaciones. No es fácil saber si, realmente, estas agencias tienen sus despistes, o sus filtraciones, o quizá esforzados competidores que hackean sus sistemas de seguridad para después airear sus secretos.  O tal vez sean las propias agencias quienes filtran las noticias que les interesan: bien que sean falsas, o bien que sean verídicas pero son aireadas en beneficio de su propia estrategia logística. Filtraciones que puedan ser realizadas a través de agentes supuestamente “rebeldes” o antisistema, con más credibilidad que los portadores de la versión oficial para llegar a ciertos sectores críticos.

Por otra parte los objetivos de los servicios secretos distan mucho de ser claros. O al menos, lo que parece es que el objetivo último de una agencia de inteligencia sea el de automantenerse a sí misma. Por lo que, aparte del quehacer oficial y políticamente correcto de resolver los problemas de “seguridad nacional”, debe ocuparse de mantener activos los susodichos problemas para justificar su propia existencia, y su propia estrategia de control sobre la población.

De hecho, las voces conspiranófilas, ante la emergencia de un movimiento pacífico no dudan en acusar a la CIA de estar manipulando y canalizando la disidencia hacia inofensivas alternativas pacíficas. Pero cuando lo que surge es un movimiento armado, entonces lo que se sospecha es que, la misma CIA, provoca los desmanes violentos con el fin de justificar estrategias represivas y mayor control de la población.

De modo que, se haga lo que se haga es igual, la CIA siempre sale beneficiada, bien sea porque le ayudamos a solucionar un problema de «seguridad nacional» o bien sea porque le ayudamos a crear uno para que pueda seguir trabajando en su resolución 😀 😀

Entonces, la implicación de la CIA y sus derivados, en principio, no resulta muy relevante a la hora de investigar cualquier evento. Sus intereses son más bien coyunturales: un día te apoya, otro te combate, y luego te apoya de nuevo. Incluso podemos encontrarnos con que dos departamentos de la misma Agencia actúen con estrategias opuestas: uno a favor y otro en contra de un evento concreto. Así que más nos vale analizar cada evento por sí mismo, independientemente de su relación con estas agendas.

Cabe señalar que, los servicios de inteligencia, aunque en principio parece que representan a un interés nacional o local, a medida que aumenta su complejidad y sus medios técnicos e informacionales, se vuelve más complicado establecer fronteras entre unos y otros, entre lo propio y lo ajeno.

Podemos hablar, entonces, de un servicio de inteligencia internacional, o internacionalmente globalizado, cuya estructura es algo diferente a la que en un principio pudiera aparentar. No se trata tanto de una segmentación horizontal por países o áreas geográficas, sino más bien una estratificación en vertical, o piramidal, en función de la adecuada comprensión del funcionamiento del sistema mundial.

Pero, ¿Quién dirige realmente el sistema mundial?  ¿De donde procede el Poder para mantenerlo en marcha? ¿En qué  “universidades” se forman sus juntas directivas?

 

Aproximación al enfoque esotérico

Todas estas cuestiones  vienen siendo bastante recurrentes a lo largo del blog. A ver si en otro post hacemos un análisis más detallado. De momento, y como siempre, echaremos mano de la hipótesis del “Príncipe de este Mundo” como principio rector  y los “guardianes de la Matrix”, ordenados en una estructura jerárquica sobre diferentes aéreas de interés terrícola.  Baste dejar caer la idea de una “conciencia colectiva”, formada (o atraída) por la suma de conciencias individuales que “vibran” al mismo nivel.  Es la magia del “Todo” que resulta algo más que la suma de las partes. Y parece evidente que las personalidades implicadas en los altos cargos de gobierno de los distintos partidos, y de los distintos países, sintonizan y vibran al mismo nivel entre ellos mismos, con más facilidad que con las “bases” de sus respectivos partidos o naciones. Cierto que las bases, o los estratos medios, de cada país o partido, generan la conciencia colectiva de partido, o de nación. Pero los altos mandatarios tienen más tendencia a conectar transversalmente, generando y alimentando la Conciencia Colectiva del Poder Global, que les resulta mucho más relevante que la conciencia de Partido o de Patria local. Es uno de los aspectos clave de la llamada Globalización, que conlleva una globalización de las estructuras de poder y de los servicios de Inteligentsia…  Y de su conciencia colectiva.

Pero, volvamos a lo que estábamos. Que era con la CIA  y los hippies.

La CIA, pues,  no sería más que un aspecto del Sistema de Inteligencia Internacional al servicio de los Guardianes. Y el hippieismo, como cualquier otro movimiento no es más que un ensayo para generar nuevos nichos existenciales, nuevos guiones biográficos, nuevas formas de conciencia (Transnacional, por cierto), nuevas canteras de trabajo vital. Su influencia es indudable, y las nuevas generaciones son,  cada vez mas «hippies», tanto considerando los ecosistemas «rebeldes» como en el mundo de la empresa, la política y la tecnología.

Lo peculiar del movimiento hippie es el fuerte nexo entre sus integrantes, a pesar, como hemos visto de sus diversas variantes. Integra componentes religiosos, o quasi religiosos, políticos, lúdicos, sexuales, familiares, lo cual genera una fuerte «conciencia colectiva».

La conciencia colectiva es, como he comentado antes,  ése «algo más» que emerge (o que es atraído) en la suma o «reunión» de un grupo de personas con todos los atributos de una conciencia particular pero de un nivel superior: Es decir, consciente de sí, de sus objetivos, recursos y limitaciones.

Especular sobre la naturaleza de una conciencia de nivel superior puede llegar a ser un tanto aventurado, pero no por ello vamos a dejar de bosquejar un «mapa» del territorio:

Cada grupo de personas con una similar orientación cognoscitiva y emocional genera, o atrae, una supraconciencia colectiva, que adquiere cierta autonomía y, al mismo tiempo, cierta capacidad de influir en las conciencias particulares. De la misma manera que nuestra conciencia vive sobre nuestro cuerpo físico, podemos suponer también, que otro tipo de entidades puedan aprovechar las características de nuestro cuerpo particular para mantenerse activas. Sea lo que sea que aporta el cuerpo físico y que permite a nuestra conciencia individual manifestarse, eso mismo puede ser aprovechado por otro tipo de conciencias externas.

Me refiero a entidades extrahumanas, llamémosles dioses, demonios, arcontes, genios o cualquier otra denominación, clásica o moderna,  y que operan a través de otra dimensión, mundo astral, Hades, o como quiera llamarse.
A través de este nivel interactúan con el sistema de deseos, de ideas y de toma de decisiones humanas, especialmente de la clase gobernante, pero también de cualquier movimiento o agrupación humana, de tipo político, nacionalista, religioso… o como pueda ser también el caso del movimiento hippie.

El deseo sexual y la adicción a las drogas ofrece un gran potencial a la hora de generar líneas de fuerza astrales. Unas líneas de fuerza que, en este caso, van ensambladas, con un proyecto «militante», más o menos definido de transformación social, política y cultural. Una adecuada mezcla de «energía y forma», en suma. En realidad tiene mucho en común con una secta religiosa, si bien no dispone de una estructura administrativa ni Gurús al uso.

Cuando un interesado entra en contacto con las líneas de fuerza de una conciencia colectiva puede experimentar una reacción inicial de atracción o rechazo, según su predisposición karmika. Y una vez atraído, es la propia inducción magnética de la conciencia colectiva que va modelando el sistema cognoscitivo y de deseos, (la toma de decisiones, en suma) y perfilando  su peculiar currículo.
La relación puede romperse, antes o después, también en función de las directrices karmikas, pasando a otro nivel de conciencia o al campo magnético de otra conciencia colectiva. Los puntos de inflexión pueden ir asociados a experiencias clave, más o menos traumáticas, de tipo personal o desengaños con el simbolismo de la conciencia colectiva en cuestión. Enfermedades, viajes, desengaños amorosos o relacionales,,, pueden amparar cambios en la orientación magnética de la conciencia particular hacia otro «nicho de experiencia», hacia otra conciencia colectiva y su peculiar estructura de líneas de fuerza.

Realmente, no me atrevería a juzgar el quehacer de los guardianes como algo esencialmente “bueno” o “malo”. Prefiero pensar que, de lo que se trata, es de proveer, como decía antes, nichos de experiencia, campos de desarrollo de la conciencia, según las necesidades de cada cual, y según el dicho de que, “cada Chela encuentra al Guru que necesita” (o que se merece)

El Bien o el Mal van referidos a las decisiones de cada conciencia particular que son quienes le van a colocar en el escenario que le corresponda, con su peculiar cualidad de conciencia  y asociado igualmente a una conciencia colectiva que le sea más apropiada. Algunos Gurus conspiranófilos presentan el quehacer de los guardianes como algo esencialmente malo y perverso, como si estuviesen empeñados en impedir la sana evolución de las plántulas solares.

Bueno, las representaciones lingüísticas no son más que «mapas del territorio» y tienen una fiabilidad muy limitada. Yo de momento prefiero considerar la labor de los guardianes de un modo más impersonal, y como si cortésmente nos facilitasen acceder al nivel de conciencia y experiencia que nos corresponde. El Bien o el Mal que a cada uno le resulta relevante, desde su peculiar sistema de coordenadas,  es el correspondiente a su propia toma de decisiones, a su propia orientación vibratoria.

 

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Un par de videos del guru conspiranoico david icke


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https://isaspi.wordpress.com/2014/08/07/anarcognosticismo/

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Acerca de Isar

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9 respuestas a Hippies, Punkies y otras tribus urbanas

  1. Aquileana dijo:

    genial spot sobre una tendencia en auge… Muchas gracias por compartir. Un abrazo, Aquileana 😀

    • Isar dijo:

      Gracias a ti, por tus geniales, oportunos y breves comentarios.

      La verdad es que ni se me había pasado por la cabeza que podía estar  incitando al consumo de drogas, musica, anticonceptivos, cursos de yoga y MT ni literatura de new age en general. 😀

      Por lo que se refiere a la parte biográfica, es pura terapia, y lo cuento tal cual fue aquella época. No quería trasmitir la idea de que fui feliz gracias a las citadas circunstancias; quizá deba entenderse que fui feliz a pesar de ellas, no sé. Pero me temo que eso ocurre siempre que alguien es feliz con su circunstancia.

      Por otra parte la historia no está completa faltan capitulos mas difíciles, como ya comentaba.

      Por lo que se refiere al estudio puramente técnico y antropológico de este movimiento o corriente, creo que es bastante racional y objetivo. No pretende ser una tesis doctoral, pero, desde luego, no creo que lo mas relevante sea su caracter supuestamente publicitario, y son 4000 palabras.
      A Icke si que le hago publicidad gratuita, me parece que la mitad de lo que cuenta es muy interesante. El resto de videos musicales son ilustrativos acerca de este  tipo de músicas, no tienen esa misma intención.

      Pero, bueno, si me dices que leyendo el post te han entrado ganas de tomar lsd o de bailar el rock, o alguna otra cosa …, pues… bueno… en spots publicitarios lo que cuenta es la reacción del receptor y no el contenido real del mensaje ni las intenciones del emisor. Lo estoy repasando y poniendo algunos parches, quizá quite la multimedia.

      Claro que, dibujar un mapa de un territorio, puede entenderse como una invitación a visitarlo, pero, también podría entenderse en el sentido de simplemente comprenderlo un poco mejor o incluso, de buscar una salida adecuada, para quien ya esta dentro.

      (A guatemejor, si fuese posible, claro)

      Abrazoooo

  2. Hola Isar, me hiciste recordar viejos tiempos 🙂

    Ya sé que no quisiste aceptar un premio para blogs, pero… éste es para lectores y comentaristas y tú eres bastante bueno en ello 🙂

    Premio Wonderful Team Member Readership Award

    Tú eres uno de mis lectores favoritos y por ello desde el mío: https://aquevineadondevoy.wordpress.com Te he nominado para el premio Wonderful Team Member Readership Award de WordPress, encontrarás la nominación en este post:

    https://aquevineadondevoy.wordpress.com/2014/09/12/noe-fue-hijo-de-un-elohim-anunnaki-enki-y-por-eso-se-salvo-del-diluvio/

    Como ya sabes, esta nominación implica algunas reglas, que verás ahí mismo. Saludos afectuosos y buena suerte.

    Por favor acepta 🙂

    • Isar dijo:

      Muchas gracias silvia,por la nominación de nuevo!

      Bueno, yo lo que dije es que no me siento capaz de nominar 15 blogs y con dos nominaciones, tendría que nominar a 30 😀 😀

      Son las propias reglas del premio las que me excluyen.

      Y no he avanzado mucho desde entonces, he estado entretenido con el último post y peleando de nuevo con las imagenes que no he conseguido poner en su sitio. Aunque sigo pensando sobre ello…

      Abrazo

    • Isar dijo:

      Y ,bueno, la verdad es que no veo mucha claridad en la manera en que se ha diseñado el sistema de nominaciones.
      Lo que se premia no es tanto la calidad del blog como el conocimiento de la blogosfera de wordpress. Máxime considerando que si las nominaciones son un poco «forzadas» y uno debe sacarse de la manga 15 blogs para cumplir las exigencias… pues quiza no se tenga mucho en cuenta la calidad del blog nominado. De hecho, es posible nominar 10 o 15 blogs sin ni siquiera haberlos leido…

      Bueno, seguimos en ello…

      • Lo que dices es posible, pero te diré que yo me he tenido que pasar mucho tiempo revisando y confirmando que los blogs que nomino sí me gustan y coincido en algo (aunque sea en debatir, jajaja) con los autores y éste es especial es para lectores, así que para él me basé en blogueros que me leen y me comentan, pero si tampoco lo quieres, pues qué le vamos a hacer. Por cierto, confieso que con tanto premio y búsqueda del mejor blog para nominar, no he tenido tiempo de publicar lo de nuestros diálogos, pero ya llegará 🙂

        • Isar dijo:

          Ya te creo que te haya llevado tu tiempo preparar las nominaciones.
          Yo lo tengo un poco mas difícil, que conozco menos blogs, y con el movil tampoco es tarea fácil empezar a revisar la blogosfera.

          Pero sigo dando vueltas a la manera de responder a estos eventos 😀

          Hay un proverbio chino que dice algo asi como que «no hagas nada que no entiendas». Y, bueno, yo «no entiendo» muy bien como reaccionar frente a estas nominaciones. También hay otro, un poco opuesto de que «donde fueres haz lo que vieres»…

          Una vez, cuando era joven, estabamos explorando unas cuevas. Mis amigos iban por delante y habían pasado por unas rocas y, yo «no entendía» como lo habian hecho, y me parecia que si les imitaba me podía resbalar. Pero en fin si ellos habían pasado por allá, a mi me tocaba hacer lo mismo y… bueno, pues sí, efectivamente, me resbalé y caí hacia abajo por un agujero de 20 metros. Afortunadamente no rompí nada, sino ya tenía encima a los de la defensa del patrimonio artistico 😀

          En fin, si cojo tiempo y paciencia ya revisare los blogs que habeis nominado a ver si me voy inspirando, pero me da que eso es hacer trampas. O peor aún, me da que eso de los premios es un invento del «servicio secreto» de wordpress para obligarnos a visitarnos los blogs mutuamente, y animar el trafico interno.

          No digo que me parezca mal, pero cada uno a su ritmo y algunos necesitamos más tiempo para ir haciendo las cosas…

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