
Sir Paul
En un post previo ya comenté algo de Paul Dukes mi primer «guru» de Yoga. Quizá sea un tema pendiente desde la primera parte, ya que es un tema de la adolescencia.
En aquella época no pensaba yo en términos de «gurus», pero desde la distancia me veo obligado a constatar su influencia.
A todo esto, comentar, por si acaso no quedó claro, que utilizo el término de «guru» en sentido metafórico. Quiero decir que no conocí personalmente al autor, ni siquiera sé si tuvo existencia real 🙂 , o si fue el verdadero autor del texto que nos ocupa. Pues lo verdaderamente importante aquí es el texto, y las ideas en él contenidas, algunas de las cuales transcribiré en el próximo post.
Esta segunda parte del blog quería ambientarla en mi «juventud», pongamos que a partir de los 18 años, y después de finalizada la época preuniversitaria. Pero antes quería hacer sitio para un par de gurus de esos años previos que, seguramente, dejaron sus semillas para lo que tocaba después.
Dukes fue un agente británico del MI6. Infiltrado en filas bolcheviques colaboró en la liberación de contrarrevolucionarios, «whites» y no sé si me suena de algún pariente de la realeza. Por todo ello fue premiado con la distinción de «Caballero del Imperio Británico», por el rey George.
No estoy muy seguro de lo que haría en la segunda guerra… supuestamente continuó trabajando para los británicos. Era evidente su antipatía hacia el comunismo, y me suena también que no le caían muy bien los judíos. Por supuesto era también evidente su interés por el esoterismo y la India.
Que nadie se asuste, no es mi intención, que no tengo nada que ver con este currículo. Yo me socialicé en ecosistemas revolucionarios, de «izquierda» y antimonárquicos, y aun me siento emocionalmente más próximo a ellos. Sin embargo, intelectualmente, creo que las experiencias que se ve obligada a vivir una persona así como las cosmogonías e ideologías que se ve obligada a adoptar son simples subsistemas de Maia, la Matrix educadora, que conforman la cascara exterior del sistema humano. Claro que, a un nivel practico, quizá convenga mantener las distancias. La verdad es que todas las ideologías y cosmogonías vienen interrelacionadas muy sutilmente por varios hilos conductores y conviene ser muy cautos en su análisis.
Dukes debió pasar buenas temporadas en India, al final de su vida, donde escribió un par de libros de yoga, e inspirándose, entre otros, en la obra del juez bengalí, británico también, Sir John Woodoffre, mas tarde profesor de sánscrito en Oxford.
Otras fuentes de inspiración debieron ser las bibliotecas y el ambiente de la Rusia prerrevolucionaria, abundadas de literatura sobre ocultismo y misticismo oriental, hasta que los nuevos aires revolucionarios terminaron con todo ello.
Tradicionalmente, el ocultismo y el misticismo han ido parejos de la «derecha», la aristocracia y clases «ociosas» en general.
La «izquierda», las clases obreras iban mas próximas al ateismo y materialismo, fieles al grito de guerra marxista de «religión opio del pueblo», y con una socialización mas próxima a los lugares de trabajo y diversión, con largas y agotadoras jornadas laborales.
Esta polarización tuvo su máximo exponente, quizá en el nazismo con toda su cosmogonía esotérica.
Sin embargo, después de la segunda guerra, al ritmo de las radiaciones acuarianas, del rock y del LSD, y del «mayo del 68», hubo un cambio de configuración de las cosmogonías político-sociales-religioso-esotéricas. (De esto ya hablamos algo en el capitulo de los hippies).
La «nueva izquierda» se alejaba de las rígidas posiciones estalinistas y se arrimaba a un comunismo más tribal, mas ecológico, menos tecnocrático, más… ¿espiritual?…, y en mayor sintonía con las comunidades autónomas que habían permanecido ajenas al proceso de industrialización. La religión de la naturaleza, sus ritos con plantas alucinógenas, la filosofía oriental llegada a occidente de la mano de cientos de gurús que, de repente, sintieron la misión de orientalizar a las nuevas generaciones…
De modo que hoy en día el ocultismo y el misticismo esotérico ya no es «patrimonio» de ecosistemas sociopolíticos concretos y se encuentra repartido por doquier, lo cual por otra parte genera vínculos entre sectores que, tradicionalmente, parecían incompatibles.
Claro que no faltan, dentro de la izquierda, esfuerzos por combatir estas afluencias místicas y mantener un purismo materialista y científico. Pero ya no existe esa rígida separación de antaño y se ven obligados constatar que «el enemigo está dentro de casa» 🙂 .
La ciencia, por su parte, a través de la física cuántica por ejemplo, se adentra en terrenos cada vez más esotéricos y tiende puentes de contacto con el misticismo y el esoterismo.
Paradójicamente, el mejor aliado del materialismo marxista tradicional pasa a ser el catolicismo más clásico. El mejor aliado, me refiero, para combatir todas esas creencias paganas y heréticas.
Después de todo, el catolicismo es una religión profundamente materialista. Admite, eso sí, que hace 2000 años acontecieron unos grandiosos eventos mágicos y sobrenaturales, dignos de adoración y veneración. Pero ahí se acaba la historia. Desde entonces, nada similar ha vuelto a suceder, (ni debe suceder so pena de hoguera inquisitorial).
La vida cotidiana del católico se desenvuelve en parámetros puramente materiales. Con contadas excepciones, claro está, ocasionales apariciones de santos, con milagros reconocidos por la iglesia como nuestro Escrivá de Balaguer, o nuestro Ignacio de Loyola. Pero aparte de eso la vida del católico discurre, debe discurrir, en contextos estrictamente materialistas y vaciados de espíritu mágico. (Esto quizá sea más cierto en Europa que en catolicoamérica ;), donde el catolicismo subsiste impregnado de la ancestral cosmogonía indígena y elementos mágicos asociados)
De hecho, no es (o no era) infrecuente ver a marxistas y católicos trabajando mano a mano en la destrucción de las cosmogonías indígenas, teniendo muchas veces como resultado la comentada hibridación, (que en cierto modo puede ser una forma de salvaguardar la cosmogonía autóctona camuflándola de una apariencia cristiana para no provocar las iras de la Inquisición de los conquistadores, clásicos o modernos. )
Pero, bueno, volvamos a Dukes.
Después de haber sido desenmascarado por los bolcheviques se vio obligado a dejar el oficio, parcialmente, al menos, y continuó sus estudios de Yoga y misticismo que, según confiesa, era lo que realmente le había atraído desde siempre. No sé si su estancia en la India tendría algo que ver con su militancia en las MI, y quizá con la revolución independentista gandhiana. En cualquier caso allí paso largas temporadas investigando y escribió alguno de sus libros a través del cual me inicié en el tema Yoga.
Bueno, no voy a decir que fue un Gran Maestro llegado del más allá pero hay que reconocerle una buena dosis de racionalismo Occ. y sentido común. No voy a decir tampoco que su obra sea mejor o peor que otras aparecidas en el mercado. Ni siquiera se perciben pretensiones de «crear escuela» ni de cumplir con una «misión» evangelizadora.
Se trata simplemente del libro que, por casualidad, llegó a mis manos, me ayudo a pensar, y a iniciarme en el yoga y el orientalismo, de modo muy crítico, muchas veces, y no he sentido mucha necesidad de profundizar en otras escuelas de yoga. Solo, como comentaba en otra ocasión, con los textos clásicos.
Bueno, ya me enrollé mas de la cuenta. Mi intención era comentar y citar algunos textos pero casi que los dejo para un próximo post.
Cautivante como siempre y pones a pensar, la verdad a mí me parece extraño pensar en gente de izquierda que sea espiritual, lo mismo con capitalistas de extrema derecha, pero en lo de los nazis tienes razón, ellos buscaron en las corrientes místicas de antaño lo que los católicos niegan y han querido eliminar.
No me puedo imaginar a marxistas y católicos de la mano, sí sé de cómo trató la inquisición a los naturales del Anáhuac (México, Mesoamérica) y después en Centro y Suramérica para eliminar sus creencias «paganas».
En cuanto a la física cuántica, me causa un enorme placer que esté «descubriendo» conocimientos ancestrales de los místicos y chamanes de las viejas culturas y, ahora sí, se acepta que existen esas conexiones energéticas, cuando antes eran «inaceptables».
Incluyo un enlace a unos de mis post sobre la física cuántica y la magia ancestral:
https://aquevineadondevoy.wordpress.com/2014/05/09/entrelazamiento-cuantico-o-efecto-de-dios-el-pegamento-entre-el-espiritu-y-la-materia/
Saludos Isar
Es posible que la tradicional división entre izquierdas y derechas esté un poco obsoleta. Pero, en principio, podemos suponer que el izquierdista lucha por, o pretende, un reparto mas igualitario del poder y los recursos. Una pretensión egoísta, la mayoria de las veces, ya que espera beneficiarse personalmente del citado reparto igualitario. Pero, en principio, no hay ningún impedimento para que personas espirituales, o religiosas se apunten a este ideario izquierdista, luchen por un mejor reparto de la riqueza, por erradicar el hambre en el mundo, etc. etc.
La «teología de la liberación» surge en este contexto como una teología en defensa de los pobres.
El Evangelio cristiano predica eso de «vende lo que tienes y reparte entre los pobres» y aquello de que «más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios» ( http://bibliaparalela.com/mark/10-25.htm )
Lo cual no queda muy lejos de los presupuestos izquierdistas.
Claro que, habría que ver si esta teologia de liberación se hace por conciencia o por mantener su influencia en Latinoamérica. Conocida es la aficion de los jesuitas a infiltrarse en todo tipo de corrientes y movimientos. Curas «rojos» y obreros siempre hemos tenido, aunque en ocasiones se ha demostrado que era un paripé orquestado desde altas instancias eclesiásticas.
El marxismo conlleva una fuerte tradición materialista y atea, y en este sentido se muestra contrario a todo tipo de espiritualidad y pensamiento mágico (opio del pueblo). El catolicismo, y la teología de la liberación se muestran también contrarios a todo tipo de espiritualidad y pensamiento mágico ajeno a la ortodoxia católica.
De modo que ambos comparten ciertos elementos comunes. Digamos que ambos están de acuerdo en «ayudar» al pobre, pero, solapadamente, a cambio de la renuncia a su cultura ancestral. Quiza sea un poco metafórico decir que van de la mano, pero, allá donde concurren católicos y marxistas seguro que termina perdiendo la espiritualidad autoctona.
Si la izquierda lucha por el reparto del poder y de la riqueza, en la «derecha» se alinean los ricos y poderosos que quieren conservar su status quo (o recobrarlo si es que lo han perdido) Apelan a la religión como justificante de su estatus, de que el desigual reparto de recursos es querido por Dios, u otros criterios mágico- esotéricos. Y educan a los gobernados en éstos parámetros. Es en este contexto que surge el grito de «religión opio del pueblo», no necesariamente contra la espiritualidad en sí, sino como instrumento de los ricos para mantener su status quo. La época marxiana, por otra parte, coincide con la migración del campo a la ciudad, a la fabrica, favoreciendo el agrupamiento de la población, una socialización diferente, y la interiorización de una cosmovisión diferente,
Sin embargo, Marx (así como lenin y Trotsky) , parece que tenía relación con la masonería, y lanza un par de guiños al místico y alquimista Jacobo Boheme, lo cual parece indicar que Marx consideraba, al menos, varios tipos de religión, una de las cuales, la usada para justificar el status quo, es la que pretendía combatir. Las otras formas de entender la religión y la espiritualidad no fueron objeto de la investigación pública marxiana, ni tampoco fueron tocadas por los ulteriores desarrollos de Lenin, Trosky, y Stalin, los cuales tambien tenian vínculos con la Masonería.
El nazismo tambien utilzaba criterios mágico esotéricos para justificar la superioridad aria, para justificar su derecho al gobierno del mundo, y su derecho a exterminar cualquier otra raza, o religión, o corriente esotérica, o incluso, personas con defectos psíquicos o fisicos.
Parece que es después de la segunda guerra mundial cuando va apareciendo una nueva izquierda, un neomarxismo que incorpora cada vez más elementos espirituales, neocristianos, neochamánicos, pachamámicos (religión de la madre naturaleza) contrapuestos a las religiones de masas institucionalizadas. (De eso ya comentábamos en el capítulo de los hippies) Hay que decir que estos neomarxistas eran, en general, hijos de la burguesía occidental, con todas sus necesidades cubiertas, con estudios universitarios y animados por cierto romanticismo revolucionario, alimento para el Ego. Todo ello, por otra parte, gracias a la explotación de la periferia, de los países llamados del «sur». Podemos decir que son izquierdistas, en el sentido de que gustan de leer y debatir y divulgar la filosofía marxista, pero desde unos condicionamientos Piscosociales bien diferentes a los proletarios del s. XIX. Y es en estos contextos que se desarrolla una cierta tendencia espiritual de izquierda. Bien sea con motivos orientalistas, cristianos, chamanicos, o la propia teologia de la liberación que comentaba antes.
A continuación un video sobre movimientos de izquierda latinoamericanos con un claro trasfondo espiritual, chamanico y pachamamico, como los zapatistas de tu tierra. Tambien interviene algun teólogo de la liberación.
http://m.youtube.com/watch?v=tFxqAOAxrjo
(La coleccion completa son varios videos, se encuentran en youtube buscando «voces contra globalización» )
A JL, de mundo desconocido creo que ya le conoces, tambien lleva un enfoque izquierdoso-esotérico-espiritual…
https://m.youtube.com/playlist?list=PL99951ACFB50E2132
Otra cosa es que los supuestos izquierdistas sean en realidad infiltrados de la derecha 😀 😀 o de otros oscuros poderes. Pero en esas profundidades no nos vamos a meter. Aunque sean espías nos sirven como tipologia del izquierdista espiritual…
Gracias por tan enjundiosa respuesta, muy interesante tu análisis 🙂