La revolución mágica, unión mágica, LSD y unas risas.
En el post anterior estuve comentando las reflexiones que siguieron a la experiencia mescalera, un periodo, aproximadamente de un mes hasta la luna llena de Diciembre. El periodo cierra con un viaje de ácido, de los que dejan huella, que relato a continuación:
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[Yo] había quedado con un amigo, que nos íbamos a ir a celebrar la luna en la montaña, con unos ácidos, por supuesto. Pero por alguna razón él no pudo ir y se canceló la excursión. Así que me quedé en el pueblo a celebrar el plenilunio y me tomé el ácido yo solo.
Para entonces ya estaba yo repasando mi libro de Yoga y aquel día [yo] cuidé mucho la alimentación, tomé unos zumos de naranja y limón, y practiqué algunos ejercicios respiratorios y de Hatha Yoga. Cuando el ácido empezó a hacer efecto yo estaba impregnado de una sensación de salud y pureza, sentía el zumo de limón actuando dentro de mi organismo aumentando esa sensación de purificación y bienestar.
Y el milagro se produjo. Ese día conseguí activar el cambio de conciencia en uno de mis amigos y una «unión mágica» que duró todo el día, toda la noche, más bien.
Nos juntamos en el disco-bar del pueblo (en aquellos tiempos solo había uno, aunque pronto se extendieron). Yo me había situado estratégicamente, sentado con las piernas sobre una banqueta mientras la gente iba yendo y viniendo. Algunos se paraban conmigo, otros iban a su rollo.
Primero me junté con una amiga, que había tenido una mala experiencia con ácido y que había perdido el habla durante unos días, motivo por el cual solicitó ayuda psiquiátrica. Yo le estaba dando unos consejos espirituales sobre los riesgos de las «ayudas» psiquiátricas,
– Esa gente no tiene ni idea del funcionamiento del cerebro…
– Ah! ¡ya! ¿Y tú sí? ¿sabes más que ellos? – comentó irónicamente –
Entonces, alguien le llamó, querían apartarla de mi lado. Posiblemente no me verían una buena compañía, en pleno viaje de ácido «militante». Y sobre todo a la vista de su reciente problemática.
– oh!, no, no! estoy a gusto aquí. – les dijo-
Pero, finalmente, le liaron y desapareció de la escena.
Cuando llegó Ixiu me pareció que él no tenía muchas ganas de pararse conmigo. Pero comenzamos a hablar, fuimos sintonizando, y le ofrecí una Spanactine, y según íbamos hablando, íbamos desarrollando un halo energético que nos envolvía, con una sonrisa de oreja a oreja cada uno, que terminó llamando la atención de algunos compañeros que se fueron arremolinando a nuestro alrededor, pero sin conseguir penetrar en nuestro nivel de conciencia.
Ixiu era algo mayor que nosotros. Procedía de ecosistemas políticos, antes de aparecer en el mundo de las drogas. Motivo por el cual era mirado con cierta desconfianza por algunos compañeros que temían se tratase de algún espía infiltrado con la finalidad de obtener información.
Pero a mí no me preocupaban en absoluto esas suspicacias. Mi ángel guardián 😉 me señaló a Ixiu, meses atrás, y que tenía con él algunas cuentas kármikas pendientes, lo cual parecía verse confirmado con esta comunión mágica.
Su padre era clarividente, y recientemente yo había oído algo de que solía decir que resultaba inminente el advenimiento de una nueva era de la comunicación.
– ¿es cierto, – pregunté – que tu padre ha augurado una nueva era de la comunicación?
Se quedó un poco confundido con la pregunta. Dijo como que sí; pero no recuerdo que explicaciones dio.
– Pero esa nueva era habrá que comenzarla Ya, desde aquí y ahora, ¿No? -le dije-
El proyectil hizo diana, se abrió una brecha en el hielo electromagnético y la comunicación comenzó a fluir hasta niveles insospechados.
Hablamos de la praxis revolucionaria, y de la necesidad de que la revolución material fuese precedida por una revolución de la comunicación y del nivel de conciencia.
Luego me comentó algo sobre un personaje, un proveedor de mescalina, quien defendía la hipótesis de que Jesucristo ofrecía mescalina entre sus discípulos, induciendo experiencias de tipo místico.
También comentó algo del libro «Yo Visité Ganímedes», de que unos «hermanos mayores» extraterrestres iban a separar a una parte de la humanidad, los buenos de la peli, para llevársela al satélite jupiteriano. Hablamos también de las apariciones alienígenas en la localidad española de Las Hurdes y bromeábamos sobre la conveniencia de ir allá a iniciar la revolución mágica…
Desde nuestro nivel de conciencia, veíamos el grado de apertura de la gente que entraba y salía del bar, y más o menos, coincidíamos, intuíamos, quiénes podrían estar más predispuestos a saltar a nuestro nivel.
Por un momento parece que la clave vibratoria pierde intensidad.
– Pero… Tu… ¿de verdad Crees? – preguntó –
– Pues claro, ¡¡ es que si no… qué pasa!! (Risas)
– sí, sí, te das cuenta enseguida cuando alguien es sincero…
– Efectivamente, con engaños y falsedades es imposible saltar a este nivel de existencia.
( Risas y más risas)
Nuestros colegas, como comentaba, estaban sentados alrededor, y no entendían nada de lo que estaba pasando. Uno de ellos sí, solo le faltaba un empujón.
– Yo creo que podemos comunicarnos con animales – nos decía –
Y, efectivamente, el asunto iba sobre magia y telepatía. Pero no era una cuestión lingüística o teórica, se trataba de un cambio en el nivel mental y energético.
Recuerdo un amigo que nos vino muy enfadado, preguntando a ver porqué estábamos hablando cosas a escondidas.
Mientras tanto, otro no paraba de gritar, agarrándose la cabeza con las dos manos:» ¡¡No puede ser!! ¡¡No puede ser!! »
Y nunca llegué a saber lo que quería decir, ni si tenía algo que ver con la Unión Mágica, o si estaba sufriendo algún mal viaje de ácido, o, quizá, las dos cosas a la vez.
La verdad es que no me extraña que más de uno se enfadase un poco con nosotros, pues no entendían lo que hablábamos y no parábamos de reírnos.
– Se trata de romper con el pasado – les decía Ixiu – y pasar de mosqueos y suspicacias
También recuerdo otro personaje que llegó muy agitado, diciendo
– ¡Aquí va a pasar algo! ¡ Aquí va a pasar algo!
Ixiu me miraba diciendo:
– ¿Qué habrá querido decir con eso de que «va a pasar algo»?
– Se da cuenta de que la Nueva Era llega.
(Mas risas)
A ultima hora cerraron el bar, y nos quedamos en la calle, sentados sobre las cajas de cerveza y viendo la luna.
Recuerdo que se seguía oyendo el «mantram» de » ¡ No puede ser !» Y poco más.
Luego nos iríamos cada uno para su casa. La verdad, no recuerdo mucho, pues calculo que estaríamos así como mínimo desde las siete de la tarde hasta las 2 de la madrugada. Pero el cuadro general queda, más o menos, dibujado.
Yo me fuí entusiasmado. Tras haber conseguido la Unión Mágica con Ixiu, ya solo era cuestión de tiempo ir haciendo lo propio con el resto de la gente. Generar un poderoso campo magnético mental y sentar las bases para una autentica revolución mágica…
A mí me gustan las experiencias místicas, pero sin drogas, a pesar de ser antropóloga nunca las he consumido, pero he tenido experiencias inefables.
PD. Al parecer no funcionó lo de la suscripción por eMail, pues nunca recibí ninguna notificación, me volví a suscribir, a ver si ahora sí me llegan.
Saludos
Eso fue hace muchos años. Hoy no me meto un viaje de esos ni loco. Por no tomar no pruebo el alcohol ni la cafeína (solo un poco de cacao de vez en cuando 🙂 )
Pero está bien tener en cuenta que puede provocarse una experiencia mística con la simple ingestión de una sustancia bioquímica. Al final, la experiencia mística emerge, parece, porque un componente psicoactivo acaricia ciertas zonas cerebrales.
Se han hecho experimentos con descargas eléctricas en ciertas zonas del cerebro, y obteniendo igualmente, como resultado la aparición de experiencias y estados místicos en el “voluntario”. (Concretamente, la zona estimulada se refiere al lóbulo temporal)
Estas descargas también pueden producirse espontáneamente, de modo natural, como es el caso de las descargas epilépticas (y referidas también a epilepsias del lóbulo temporal)
Y muy probablemente puedan obtenerse similares resultados a través de ejercicios respiratorios, técnicas de hipnosis o autohipnosis, o la emisión de sonidos vibrantes a ciertas zonas del sistema nervioso, y , por supuesto, accidentes, golpes en la cabeza y estados comatosos en general.
De modo que conviene que ser muy cuidadoso a la hora de valorar el significado real de estas experiencias, y que, probablemente, no tengan mucho que ver con el atribuido por la tradición místico-romántica.
Por eso, yo prefiero hablar de experiencias pseudomísticas. Y sin perjuicio de que puedan existir experiencias o caminos auténticamente místicos. Pero a ver quién es el majo que define los “parámetros diferenciales” para distinguir a una de otra 🙂 )
Pero, en fin, como siempre, me tiras de la lengua para tratar un tema que tenía reservado para más adelante 😀 😀
:), bueno, úsalo como preámbulo.
¿Qué «pero» le pones a las experiencias místicas por medio de ejercicios respiratorios, autohipnosis, hipnosis o la meditación?
En cuanto a las drogas y los choque eléctricos estoy de acuerdo con tus dudas, pero los primeros que menciono me parece que no tienen por qué provocar escepticismo, al menos para alguien que lo ha experimentado (aunque no pueda definirlo).
Sigo sin recibir notificaciones, ni siquiera de tus respuestas 😦
Buena pregunta.
La verdad es que no es fácil posicionarse sobre estas cuestiones.
Yo meto en el mismo saco, más o menos, la experiencia mística inducida por drogas que la inducida por electrodos, o ejercicios respiratorios, ayunos, practicas mántricas,,, etc.
Y es un tipo de experiencias que no tengo intenciones de repetir. ( Aunque, bueno, como dice el sabio refranero, no digas de esta agua no beberé).
Ya sé que no es exactamente lo mismo una experiencia mística inducida por mescalina que otra inducida por pranayama. Pero tampoco es lo mismo la experiencia inducida por mescalina sintética que la inducida por peyote natural, LSD, ayahuasca, o extramonio. Tampoco son iguales las experiencias en función de otras drogas con las cuales pudieran mezclarse: tabaco alcohol, hachís, etc. Ni es lo mismo una experiencia de estas con 18, 30 o 40 años.
Y, bueno, quiero decir que no necesito probar todos los tipos de drogas para decidir que no me interesa seguir probándolas. Ni necesito probar todos los métodos de inducción artificial de experiencias pseudomísticas para decidir que no me interesa seguir por ese camino.
Claro que, no quiero desaconsejar a nadie esos experimentos, pero tampoco quiero aconsejarlos, no sé si me explico 😀
El principio básico es el mismo: se trata de estimular unas determinadas funciones cerebrales (sea por drogas, por ejercicios, por inducción hipnótica…) para provocar la experiencia pseudomística. Por supuesto, yo no soy escéptico, yo creo que es cierto que se experimentan este tipo de experiencias. El único “pero” que pongo es que, como decía, “ hay que ser muy cuidadoso a la hora de valorar el significado real de estas experiencias, y que, probablemente, no tengan mucho que ver con el atribuido por la tradición místico-romántica.”.
Quiero decir que no se trata de que el Creador del mundo baje a la Tierra a distinguir con su visita a ciertos elegidos por el único mérito de consumir mescalina, practicar una sesión de hiperventilación, gastarse 300 euros en un curso de control mental o ser víctimas de una abducción alienígena. Se trata de que todos, más o menos, tenemos unas funciones cerebrales que pueden ser activadas con herramientas técnicas para provocar estas experiencias.
Luego, otra cosa, son los efectos secundarios de estas experiencias. Es decir, qué es lo que ocurre con la “biografía” personal de los sujetos que se someten a estas prácticas. Yo diría que los efectos secundarios son de dos tipos: los derivados de la experiencia mística en sí misma y los derivados de las técnicas empleadas.
En cuanto a los efectos secundarios derivados de las técnicas, posiblemente sean las drogas las que se lleven la peor parte. De entrada, porque al comprar una sustancia en el mercado negro, te pueden meter cualquier cosa, con efectos imprevisibles. Luego está el estigma social que les toca cargar a los consumidores de estas sustancias fuera de su escenario tradicional chamánico. Pero me temo que los practicantes de pranayama tampoco están exentos de efectos secundarios. Creo que ya hablamos, hace tiempo, de que la propia sociedad teosófica, que comenzó a introducir estas prácticas en occidente, se vio obligada a echar el freno.
Pero, la experiencia mística en sí misma no deja a nadie indiferente, no creo vamos. Y según el tipo de sujeto, una experiencia mística fuera del contexto biográfico adecuado puede llegar a ser muy problemática. La verdad es que, en todo este mundo del misticismo esotérico, hay mucha gente con muchos problemas. Los psiquiátricos rebosan de personas que tienen su bagaje de experiencias místicas pero que, lamentablemente, no pueden o no saben compatibilizarlas con su vida cotidiana. Tampoco terminan demasiado bien muchas personas que experimentan su misticismo bajo la influencia hipnótica de un gurú (reforzada también muchas veces con drogas, ejercicios respiratorios y ayunos). Como los suicidios colectivos que suelen ocurrir de vez en cuando.
La “meditación”, en sí misma, no me parece problemática, sobre todo si se practica desde el centro de la vida cotidiana, y no se apoya en las técnicas que estamos comentando.
Bueno, hasta aquí algunos puntos de vista, el tema da mucho de sí, y tampoco creas que lo tengo todo muy claro 😀 😀
Jajaja, me dio risa lo del «Creador del mundo baje a la Tierra», no sé si haya quien crea eso, pero en fin…
Tienes razón en algunas de las cosas que planteas y si no quieres volver a tener una experiencia de ésas, es tu privilegio decidirlo.
En mi caso, como no he tenido experiencias místicas por medio de drogas (porque no las he probado) y las primeras vivencias de ese tipo que tuve no las busqué, sino que «se dieron», pues mi punto de vista es diferente al tuyo, tan respetable uno como otro.
Y yo tampoco puedo decir que lo tengo TODO claro, pero sí he encontrado infinidad de respuestas para mis preguntas, aunque todavía me quedan muchas pendientes de responder.
🙂
Bueno, hay mucha gente que «ve» a Dios o a Jesucristo, en modo antropomorfico, con cara y manos y ojos. Tal y como contabas en tu experiencia de pranayama. Si eso no es creer que el creador del mundo baja a hacerte una visita personal, por lo menos es algo parecido.
Yo nunca he tenido experiencias de ese tipo, de «ver» apariciones tridimensionales. Solo en términos más abstractos de «energía» o de «radiaciónes», o ampliacion de la consciencia subjetiva del Yo-Soy.
Tampoco en contextos más «profanos»
Hay gente que sí que tiene alucinaciones con drogas, de ver una araña paseándose parsimoniosamente por la habitación, o un tren a toda velocidad por la calle. Supongo que de ahí a ver a Jesucristo o la Virgen Maria no queda más que una o dos conexiones neuronales.
Pero, en fin, todas éstas experiencias no son más que piezas de un puzzle biográfico y lo importante es ensamblarlas armoniosamente.
Bueno, son temas demasiado complejos como para desarrollarlos en un comment. Las cosas no son sencillamente blancas o negras.
En cierto modo mi experiencia con mescalina tambien «me vino» , pues yo no andaba buscando nada, ni siquiera sabía lo que era la mescalina. Por otra parte no todo el mundo que toma mescalina o lsd lo interpreta en clave mística.
El cuerpo, por su parte, puede sintetizar compuestos químicos, similares a la mesca o otras drogas, y provocar experiencias parecidas sin que el interesado tenga conciencia de ello. Entonces, no es clara la frontera entre quien toma drogas y quien no las toma.
Y en cuanto a las corrientes neuronales anomalas son relativamente frecuentes, y si atraviesan el lobulo temporal, pueden desembocar en una experiencia mistica, sin que el interesado sepa de donde le viene, y que sera vivida en función de sus antecedentes culturales.
Mira, te iba a poner el ejemplo de santa teresa de Ávila. Me sonaba que tomaba vahos de adormidera, una planta opiacea, y que posiblemente sus arrebatos misticos pudieran tener ese origen bioquímico. Pero me he metido en el busca a confirmarlo y me encuentro con que (independientemente del tema de las adormideras) sufría un tipo de epilepsia, posiblemente del lobulo temporal. Así que, ahi tenemos de nuevo, las experiencias misticas provocadas por corrientes neuronales.
Pero, en fin, aparte de todo esto, el mundo sigue siendo mundo, y el «misterio tremendo» de la existencia sigue estando ahí. 😀
Bueno, yo sé que veo cosas simbólicas, y cuando las veo estoy consciente de ello, aunque esté en un estado alterado de conciencia (un poco contradictorio, lo sé, pero es que mi mente consciente siempre está presente) pero nunca he pensado que Jesucristo es el creador del mundo, ni siquiera de los humanos, eso se lo adjudico a Enki (soy fan de Zecharia sitchin), pero sí es el regidor de este Universo ¿quizá? la verdad no lo tengo muy bien ubicado, como dices, el misterio sigue ahí.
Sí, es cierto. Podemos entender que una “aparición” antropomórfica de Jesucristo, Buda o Krishna es como un mensaje procedente de alguna entidad que se oculta detrás de la aparición. Si asumimos que existen realidades que trascienden con mucho nuestra realidad de comprensión podemos aceptar que se comuniquen con nosotros a través de símbolos o metáforas. Lo que no sería correcto es confundir el símbolo con lo aquello que representa. O confundir el mensaje con la entidad emisora. Tampoco está claro si esas entidades que intentan comunicarse, o influirnos, a través de esas apariciones son “buenas” o “malas”, (por decirlo de un modo facilongo). Al final sigue siendo tarea de uno mismo decidir si se deja penetrar por unos u otros de estos mensajes.
Así es
PD Yo hice una prueba a suscribirme yo mismo, y ya funciono. Pero hay cosas que no van muy bien. El contador de visitas parece que no se entera si visitas la web desde la aplicación del móvil, o desde el «reader». O sea que no nos enteramos de la mitad de las visitas (o más)
Menos mal que no cobran mucho 🙂
Supongo que sí apareces en el «Reader», lo que pasa es que nunca lo reviso por falta de tiempo, pero recibo notificaciones cuando alguien me pone un Like o un comentario y los respondo. No me había dado cuenta, pero estoy suscrita a otros blogs para que me envíen correo electrónico y nunca lo hacen y los que están suscritos a los míos ¿recibirán aviso?, ya lo estoy dudando.
Tienes razón en cuanto a las visitas, a veces varios compañeros de wordpress me ponen like y algún comentario y cuando veo mis estadísticas del post «0» visitas ¡¿?! En otro contador (que cobra) he visto que tengo muchísimas más visitas que las registradas en WordPress ¿quien miente?, jajaja, lo malo es que algunos lectores que se fijan en eso, verán que no tenemos tantas visitantes.
Por cierto, yo tengo la versión gratuita, así que no me puedo quejar mucho, jajaja 🙂