Antes de continuar con mis inicios en exégesis bíblica voy a dar un salto en el tiempo, hasta años relativamente recientes, y comentar un librillo que terminó sacándome los colores. Se trata del libro de Karlheinz Deschner, «El credo falsificado» un estudio histórico sobre los inicios del cristianismo, que nos muestra, esencialmente, la falta de rigor histórico de los evangelios, así como ciertas peculiaridades en la aparición y desarrollo de la Iglesia católica, generalmente desconocida por el creyente medio.
Por lo que se refiere a la formación y desarrollo de la católica Iglesia, aunque interesante, excede a los objetivos de este capítulo. Quizá más adelante.
Me centraré en algunas peculiaridades que se derivan de un riguroso estudio histórico de los evangelios cristianos.
Por lo demás no comparto con Karlheintz la mayor parte de las las interpretaciones, digamos que filosóficas o teológicas, de los textos cristianos. Lo importante, como decía, es el aspecto histórico y práctico.
Cristianismo histórico y cristianismo gnóstico
La conclusión final es que el valor histórico de los evangelios es muy discutible y que todos los indicios apuntan hacia que, muy probablemente, Jesucristo no haya sido un personaje histórico, ni haya llegado a existir como tal, sino únicamente como protagonista de unas leyendas o relatos mitológicos.
La inexistencia histórica del tal Jesús de Nazaret no quita ni pone nada a un auténtico Cristianismo Gnóstico ya que, en éste último, no se trata de adorar un acontecimiento histórico, ni menos aún, adorar a los representantes de una jerarquía sacerdotal. (que son quienes, a fin de cuentas, generan un vínculo sagrado entre el acontecimiento histórico, supuestamente acaecido hace 2000 años y el discípulo creyente de hoy.)
De lo que se trata, es de «adorar» un modelo vibratorio que se instala en la conciencia humana.
Como narra el evangelista: (juan, 4, 22)
«Vosotros adoráis lo que no sabéis, nosotros adoramos lo que sabemos»
y: (Juan 4,23)
«la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren»
Tambien resulta relevante la conocida cita de Angelus Silesius: «Aunque Cristo nazca 1000 veces en Belén, de nada serviría si no nace en tu corazón».
La realidad histórica de Jesucristo y sus eventos relacionados no es necesaria para un auténtico cristianismo gnóstico. Al contrario, puede ser un obstáculo, y puede desenfocar la mirada interior hacia el plano equivocado.
La creencia histórica en Jesucristo implica la creencia en las instituciones y mecanismos a través de los cuales nos ha sido trasmitida dicha creencia, lo cual nos coloca en una situación un tanto desventajosa y dependiente de las susodichas instituciones)
Aclarado el punto de que el auténtico Cristianismo Gnóstico no depende de creencias históricas, podemos pasar a repasar la consistencia histórica de los evangelios tradicionales.
Coherencia histórica de los evangelios
El evangelista Mateo hace en el primer capítulo un buen esfuerzo por describir a los antepasados de Jesús, desde los tiempos de Abraham, pasando por Jacob, David, Salomón… unas 42 generaciones en total.
Pero, algo no encaja en todo esto. Pues, si la madre de Jesús era virgen, abducida por el espíritu santo,
o un ángel, un comando siriano quizá…
Lucas (1, 30)
«Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
….
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.»
…pues, éso, que José, entonces, no era su padre. La linea genealógica se rompe, y los 42 antecesores se derrumban. Y las profecías que señalaban al Mesías como descendiente de David se frustran.
De todas formas la version genealógica de Mateo difiere de la de Lucas. Si el primero presentaba 42 generaciones, el segundo muestra 56. Ya el propio abuelo de Jesus comienza a generar contradicción: según Mateo se llama Jacob, pero Lucas lo llama Eli.
En la misma línea podemos encontrar docenas de contrasentidos históricos semejantes.
Quizá no sea más que un desencuentro menor.
Pero pensemos en la escena que narra cómo la madre y hermanos se preocupan por Jesús, creyendo que se le había ido la olla. (Marcos 3:20) y Marcos 3: 31)
Después de tanta escenificación con el ángel que se le aparece a María, que concibe un hijo siendo virgen y tal… no parece la reacción más apropiada.
Podría darse una explicación en términos gnósticos a este «síndrome del olvido», pero quizá no sea el momento más apropiado.
Sigamos con una cita de Karlheintz:
«En ninguna parte, y no por casualidad, son las contradicciones tan abundantes y numerosas como en el mayor milagro del cristianismo, en la resurrección.
Comencemos con toda esa lista de incongruencias. En Marcos las piadosas mujeres compran los ungüentos para el cuerpo de Jesús el día después del sabbat, en Lucas el día antes. En Marcos van las tres mujeres al sepulcro, en Mateo sólo dos (una discrepancia, que probablemente proceda de la historia de la resurrección de Osiris, en la que según una redacción van al sepulcro tres personas, como en Marcos, pero según otra redacción sólo dos mujeres, como se dirá en Mateo; y también en la leyenda de la resurrección de Osiris traen las mujeres, como en la Biblia, bálsamo). Y posiblemente esta fluctuación de las narraciones evangélicas de la resurrección entre el tercer día y el cuarto -¡tras tres días!, se basa en que la resurrección de Osiris se dio al tercer día y la de Atis al cuarto de su muerte. Marcos habla de las mujeres y su descubrimiento de la tumba vacía: «Ellas no comentaron con nadie». En Mateo, sin embargo, las mujeres corrieron y fueron directamente «a contar el mensaje a sus discípulos», mensaje que en Lucas dan a conocer «a todos los demás.
.
Un milagro es el ángel en la narración de la resurrección. En Marcos las mujeres lo encuentran en el sepulcro; en Mateo está delante de la fosa en la losa corrida. En Lucas no está ni delante del sepulcro ni en el sepulcro, pero inmediatamente llegan dos ángeles. Se colocan de pronto junto a las mujeres. También en el cuarto Evangelio hay dos ángeles, pero estos aguardan ya sentados en el sepulcro. En el Evangelio de Marcos y en el de Juan aparece el resucitado primero a María Magdalena, en el de Mateo aparece primero a las dos Marías a la vez, en Lucas se muestra primero a los dos discípulos de Emaús. El lugar de las apariciones, según Marcos y Mateo, es en Galilea, según Lucas en Jerusalén. No es, por tanto, extraño que los teólogos críticos con los «sucesos pascuales» le atribuyan un «carácter fuertemente legendario» al constatar: «contradicción tras contradicción «, o: «entre todas las narraciones no hay dos que coincidan.»
Semejanzas con otras religiones
Pero si, por un lado, los evangelistas se contradicen entre sí, por otro lado los evangelios tienen muchos puntos comunes con otras tradiciones religiosas.
Por ejemplo, la virginidad de María:
«Ya en el siglo III el dios del sol egipcio fecundó a la esposa virgen del rey. En la India Buda nació de una virgen. Los ángeles le anunciaron como salvador y auguraron a su madre que: «Te colmarás de felicidad, reina Maya – alégrate y sé feliz, este niño, que has parido, es santo.» En Persia se honraba a Zaratustra como hijo de virgen. Hera parió a Hefesto siendo virgen; también a Platón se le consideró hijo de una virgen, y en el culto a Heracles la madre del dios era considerada, al mismo tiempo, virgen y madre.» (Cap. 2-a, )
Curiosa tambien la semejanza entre el nombre de Jesus, Maria, y la de Buda, Maia, quien por otra parte simboliza la ilusión material fenoménica. Materia, por otra parte se relaciona con Mater-Madre, y también con Matriz, o Matrix. Que el niño-dios, (o dios-niño, o dios-hijo-semilla) nazca en el seno de la ilusión fenómenica, en el seno de la Matrix-Madre-Maia tiene toda la pinta de una sabiduría ancestral metafórica, tal y como comentaba en el capítulo de mitología gnóstica.
La fecha del supuesto nacimiento de Jesús, 24 de diciembre, solsticio de invierno, cuando el Sol nace, o renace, en el hemisferio norte, al menos, también parece portar su carga simbólica.
E, igualmente, viene recogido en tradiciones diversas.
«antes de que la Iglesia estableciera el 25 de diciembre como día del nacimiento de Cristo (ocurre por primera vez el año 353), ya se festejaba, en ese día, el nacimiento de Mitra, el invencible dios del sol. Las fórmulas litúrgicas de los paganos creyentes en la fiesta del solsticio del 24 al 25 de diciembre decían: «La virgen ha parido, recibid la luz.» «El gran rey, el bienhechor Osiris, ha nacido.» Y de las celebraciones de los misterios procede la exclamación: «¡Os ha nacido hoy el salvador!» Y en Lucas dice el ángel: «¡Hoy os ha nacido el salvador!»
Otra cita: (hoy, a lo que se ve, va de citas la cosa 🙂 )
http://www.taringa.net/posts/info/1022582/25-de-Diciembre-nacimiento-de-Jesus-Osiris-Buda-Attis.html
Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol de hoja perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa. Los aztecas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. Aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la celebración de la Navidad y así desapareció el dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas. Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral.
Pero sigamos con Karlheintz
«Respecto a los milagros, no hay ninguno en los Evangelios que no se hubiera realizado ya antes. Ya Buda sanó a enfermos, hizo ver a ciegos, oír a sordos y andar a impedidos. Caminó ya sobre el Ganges crecido, al igual que más tarde lo haría Jesús sobre el lago. E igual que los discípulos de Jesús, también los de Buda hicieron milagros.
«De la misma manera que Pedro camina sobre las aguas, antes lo había hecho un discípulo de Buda. Y de igual manera que Pedro comenzó a hundirse cuando flaqueó su fe, de la misma manera el discípulo de Buda cuando dudó de Buda. Y de la misma manera que el Señor salva a Pedro, de la misma manera salva al discípulo de Buda el fortalecimiento de su creencia en el maestro.»
«E igual que Jesús en Lucas, también Pitágoras comienza su actividad misionera y milagrosa con un milagro de peces, en el que por cierto de manera mucho más elegante y digna que en el relato de Jesús ordena soltar los peces, cuyo valor él resarce. También Pitágoras curó a enfermos de cuerpo y alma, calmó tempestades en el mar, algo que uno de sus oyentes ocasionales, Empédocles, lo hacía tan a menudo que se apodaba «dominador del viento.» También Empédocles curó apestados y resucitó muertos.»
Los budistas, entre otros seguidores de religiones con leyendas similares, quizá piensen que el cristianismo es una burda copia. Los cristianos lo tienen más difícil para hacer lo propio, la cronología juega en su contra, aunque haberlos haylos, que piensan que fue al revés.
Conclusión
Podrían extraerse docenas de citas similares a las ya señaladas, pero para los objetivos del capítulo ya va sobrado. Quizá toquemos de nuevo el tema más adelante.
Lo que tenemos, por un lado, es que los evangelios no parecen ser relatos históricos que hayan acaecido alguna vez. Por otro lado, las leyendas se repiten en las diferentes tradiciones religiosas. De modo que, de lo que se trataría, es de una sabiduría ancestral, o universal, escenificada en las diversas culturas, de un modo más o menos directo, o metafórico, o, incluso, pretendidamente oculto.
Tampoco puede afirmarse al 100% que Jesucristo, o Buda o Zoroastro no hayan existido jamas. Quizá sean biografías tergiversadas, exaltadas, de líderes carismáticos, que realmente existieron, adornadas con cientos de leyendas ancestrales.
Lideres y gurus religiosos han existido siempre. Personalmente no he conocido a ninguno que camine sobre las aguas, convierta el pan en vino y resucite a los muertos 😉 pero lo que sí que hay son lideres con un gran poder de persuasión capaces de rodearse de una cohorte de seguidores incondicionales, y convencerles casi de cualquier cosa.
No es de extrañar que, a la muerte de uno de ellos, sus seguidores intentaran rehacer su biografía, con la buena suerte de que toda esta colección de relatos fuese aceptada como religión del imperio. Pero, aun así, las cosas distan mucho de ser claras.
Tampoco voy a descartar la hipótesis de que se trate de biografías prediseñadas por los Guardianes de la Matrix. Una mezcla de biografía, realmente histórica, pero representando unos eventos simbólicos. Por ejemplo, que sí, que realmente se apaña para que todos nazcan un 25 de Diciembre, de una Virgen, etc. Pero es una biografía apañada para enviar un mensaje simbólico…
Lo que sí que me queda claro es que los evangelios portan un fuerte «magnetismo gnóstico» y una notable sabiduría ancestral. Además de eso es un libro que se encuentra en todas las casas, en todas las esquinas. Imposible vivir sin tropezarse de narices con este libro, amparado por los poderes establecidos. Vamos, algo así como que los guardianes de la matrix se lo curran para que quienquiera que lo necesite tenga un punto de contacto con la radiación solar gnóstica.
Pero, al mismo tiempo, los textos evangélicos son lo suficientemente maleables como para asociarse a interpretaciones, a campos magnéticos dispares. Si no fuera así quizá se convertirían en textos marginales.
En fin, no voy a meterme mucho más en especulaciones históricas, quizá más adelante. Es un terreno resbaladizo, del cual no podemos obtener datos fiables y de primera mano.
Volvamos al presente tangible.
Yo tambien me vi fuertemente influido por estos textos, que espero ir comentando en los proximos posts, y retomando el hilo biográfico, si el stress cotidiano lo permite.
Confieso que, al principio, en general, daba por válido el caracter histórico y literal de los textos. Pero, en cualquier caso, mi atención se dirigía, principalmente, a los aspectos más cosmogónicos y filosóficos del texto y, en especial, a la energía sutil que emanaba de ellos. Los detalles históricos, la verdad, no son muy relevantes.
Hay trampas escondidas en las lecturas sagradas. Cuando creemos reconocer el valor sagrado de un texto podemos sentir una tendencia natural a dar por válido su sentido racional, o lingüístico, en su totalidad. Lo cual puede ser una trampa un tanto peligrosa. El texto puede estar adulterado, mal traducido o fuera de contexto. Y, en general, nos encontraremos con que, en un capítulo, dice exactamente lo contrario de lo que decía dos capítulos más atrás.
Si leemos estas fórmulas lingüísticas en estado de adoración, dando orden a nuestro cerebro para que lo almacene en el departamento de «verdades indudablemente ciertas», pero que se contradicen entre sí… la congestión neuronal está asegurada.
Es similar a lo que ocurre en el campo profano, cuando reconocemos a una autoridad en medicina, derecho o ingeniería. Tras una primera evaluación crítica, y reconocida la autoridad de la fuente en cuestión, relajamos nuestras defensas; dejamos penetrar afirmaciones de dudosa legitimidad en el departamento inadecuado, con resultados que, en ocasiones pueden resultar catastróficos.
También es una técnica de ventas, de persuasión, de manipulación, consciente o no. Abrumar al destinatario con un repertorio de hechos y razonamientos indudablemente ciertos y principios indudablemente éticos. Y cuando se relaja, se confía, se despista, entonces le metemos el gazapo bien metido 🙂
Rasgar los grandes misterios a la luz de la intelectualidad nos lleva por sendas de contradicciones, debemos apelar al lenguaje de la Consciencia, porque los Principios son siempre los mismos, eternos y alcazables para unos pocos.
Esos Principios, están visibles desde la caída de la humanidad, ¡Imposible pensar que la fórmula de redención haya cambiado en el tiempo! Escondida está, en las alegorías , en esos pasajes de misterio, de fantasía, de contadicciones…que para el sabio, son como libro abierto que da luz a la única senda a transitar…La Realización Intima del Ser.
En el pasaje que citas a María virgen, no hay falsedad alguna, debemos romper con muchos dogmas y creencias que nos han petrificado y nos mantienen aún en el Obscurantismo…ese pasaje encierra unos de los grandes secretos que hasta los alquimistas antiguos, se negaron a develar …¿Debemos estar preparados para recibir ese conocimiento? ¡desde luego que si!…Donus Dei.
Gracias por el comentario, Dante.
¿Tu crees que Maria y Jesús existieron realmente, como personajes históricos? ¿y que realmente tuvo una conversación, en un contexto histórico, con el ángel?
La verdad es que no lo tengo muy claro, aunque en esta matrix todo es posible 😉
Salud
Entre la alegoría y la fantasía no hay mucho espacio. La verdad tiene que ser encarnada y a la vez representada para que sea accesible a todo Iniciado.Para comprender un poco estos misterios, debemos aceptar que Cristo es una energía de alto nivel que todo aquel que realice esa gran obra de hecho se convierte en Cristo, de alli que muchos la han encarnado, pero para la era Cristiana se ha tomado como personaje central al Maestro de Maestros Jesus el Cristo.
En la vida de Jesús nada es perdido, todo acontecimiento representa un grado en esa magna obra; si esto es un hecho, no nos queda mas que aceptar que este hombre tuvo unos padres físicos, que a su vez, debieron tener valores espirituales muy altos para concebir a un Maestro.
La naturaleza no hace saltos, y Jesús hombre realizó el trabajo necesario para absorver la sustancia cristo y convertirse en Jesucristo. Obra representada que toda persona debe realizar para el Nacimiento segundo.
Te pregunto, ¿Quién le puso cola y cachos al diablo, y quién le puso alas a los ángeles? Analiza el caduceo de Mercurio, la clave está allí. No tengo la menor duda de que existen muchos diablos sin cola y sin cachos , también existen muchos ángeles sin alas. La alegoría es cierta, la manzana no es manzana, la culebra no es culebra, el árbol no es árbol.
Gracias por permitir el comentario.Saludos
Bueno, a mí no me cuesta aceptar la idea de “Cristo” como energía de alto nivel. Ni tampoco la idea de que personas anónimas, a lo largo de la historia, se hayan convertido en esa energía de alto nivel. Lo que sí me resisto un poco es a creer en la validez histórica de los relatos evangélicos. No niego que porten su sabiduría y su magnetismo particular y que ayuden a conectarnos con el “Cristo Energético”. Pero de ahí a pensar que tengan una validez “histórica” todavía quedan un par de trechos. Por ejemplo, el Cristo energético es Luz, nosotros vivimos en la oscuridad, o sea: somos ciegos. El Cristo que es luz cura a los ciegos, o sea, nos cura a nosotros que vivimos en la oscuridad. Tal puede ser la alegoría de la curación de ciegos. Pero ¿quiere esto decir que hace 2000 años iba por la calle un personaje curando, clínicamente hablando, los problemas de visión de sus vecinos? Hummm… no me acaba de convencer. Cuando veo las películas sobre la vida de Jesús, o los retratos de Velázquez, El Greco, o similares, algo se cierra en mí, los percibo como un tipo de falsificación…
Claro que yo soy hijo de mi época, nací con un bolígrafo en una mano, el ordenador en la otra, y con la cuna llena de literatura filosófica, matemática y mística. Pero hasta hace relativamente poco tiempo, la mayoría de la gente no sabía leer ni escribir, ni mucho menos bucear en especulaciones metafísicas. Y, entonces, quizá, la mejor manera de trasmitir la sabiduría cristiana, era planteándolo como un relato histórico de unos personajes que habían existido realmente. ¿”Se forzó” una representación biográfica que aparte de ser histórica era también alegórica? Podría ser… pero, hoy por hoy, no se puede pedir a nadie que se lo crea. Otra cosa es el Cristo energético, que lo tenemos delante de las narices; pero dirigir nuestra atención hacia el Jesucristo histórico, que convierte el agua en vino, muere crucificado, etc. … no sé…
Salud!
¡Maestro y Discípulo!
¿Quién, yo? 🙂
La verdad es que no me encajo muy mucho en esa «institución» del Maestro-Discípulo
Como Discípulo soy un desastre, pues nunca llego a creerme del todo nada de lo que me cuentan. ¿Porqué habría de hacerlo?
Y aunque me encontrase con algun personaje que camine sobre las aguas, o que convierte el agua en vino creo que le mandaría a trabajar a un circo. 😉
Y sería un desastre como Maestro, pues tampoco espero que nadie se crea lo que digo, o imite lo que pienso, ¿porqué habría de hacerlo?
Sí que vivo en un nivel de paz interior bastante aceptable pero dista mucho de ser «perfecto» y no se me ocurre que yo tenga que intervenir en la vida de mis vecinos, a quienes, por cierto, miro con «buenos ojos», casi con cierto complejo de inferioridad, y en la confianza de que van quemando el Karma que les corresponde bajo la supervisión de su, llamémosle, «Maestro Interior»
Lo que me queda es una suerte de «respiración informacional» o «alimentación informacional», en el seno de nuestra Maya: aspiramos información, la procesamos, y la devolvemos trasmutada al medio, al tiempo que nosotros mismos nos transformarnos en el proceso.
El subsistema maestro-discipulo, o discípulo-maestro me parece un tanto limitado aunque en algunas biografias, o etapas biográficas, pueda tener una importancia primordial.
… Hola Isar … Dices: … «aspiramos información, la procesamos, y la devolvemos trasmutada al medio» … En lo particular (y aunque desde mi perspectiva resten otros detalles de importancia por considerar para tratar de englobar a plenitud la Maya que mencionas), creo que allí mismo tienes en buena parte la respuesta a tus incertidumbres respecto a la «validez histórica» de los acontecimientos que mencionas … Establecer que aquellos hechos no tienen «validez histórica», vistos bajo el esquema sobre el que hoy en día nos desenvolvemos y con el cual pretendemos juzgar la veracidad o no de algo (donde prácticamente hemos perdido nuestra comunión con la existencia y el universo entero, y donde además; por el exceso de «luz» en nuestras vidas ya ni las estrellas a plenitud podemos observar (como uno de los medios de información, correlación e interpretación de la realidad de aquellos tiempos)), creo que es un poco apresurado hacerlo, ya que nuestros esquemas de información y soporte para la comprensión de la realidad difieren sustancialmente al de aquella época (y más aún respecto a estos seres) aunque en tu derecho estés de llevarlo a cabo, y más aún en tu blog, claro está … Ya pasarán los días y las noches que tengan que pasar, para que no solo podamos llegar a entender nuestra verdad, sino también comprender y aceptar la de los demás, aunque para ello tengamos que derrumbar la nuestra y aceptar que también podemos estar equivocados, por eso no tengo problemas en decir que tu posición la entiendo, Uhmmm pero no la comprendo … Un Abrazo …
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Agua China!
Como siempre tienes razón. Lo de Maya es mucho mas complejo… solo era una pincelada, que se completará con otra y otra… y finalmente echaré mano a la botella del disolvente, borrare todo y empezaré de nuevo otra vez 🙂
Bueno, es mi modus operandi, si siguiese el modelo del maestro-discípulo trabajaría de otra manera. Solo quería señalar éso, que la información emitida por un Maestro hacia un Alumno, es solo una pequeña parte de la red de información que Maia pone a nuestra disposición para hacernos germinar.
Sobre las ciencias históricas, la verdad es que no son muy científicas. Les falta la herramienta fundamental: la máquina del tiempo con la cual comprobar la veracidad de hechos históricos. Por eso debemos ser muy cautos a la hora de valorar la veracidad de ciertos acontecimientos, y mucho más cautos aún si pretendemos utilizar la creencia histórica en tales acontecimientos como piedra angular de nuestra cosmogonía. ¿Como era eso que decían los evangelistas de edificar la casa sobre sobre la arena?
Pero, en fin, aunque no dispongamos de máquina del tiempo, si lo que tenemos son dos declaraciones de dos testigos sobre un mismo acontecimiento, que se contradicen entre sí… entonces podemos asegurar, racional y científicamente, que, como mínimo, una de las dos declaraciones es falsa.
Y esto es lo que ocurre con los evangelios cristianos. Hay docenas de contradicciones, lo cual implica necesariamente que hay docenas de acontecimientos falsos. Si Marcos dice que fueron tres mujeres al sepulcro y Mateo dice que solo 2, entonces, uno de los dos está describiendo un acontecimiento falso, en términos históricos. Y si tenemos docenas de acontecimientos demostradamente falsos… pues, el resto, la verdad, no queda muy fiable.
Dirás que, el hecho de que fueran dos o tres mujeres no resulta relevante de cara al «cristianismo» en su conjunto. De acuerdo. Pero ¿qué es lo que resulta realmente relevante para el cristianismo? Hummmmm…. ¿qué nos importa, como nos afecta, a ti o a mí el hecho de que Jesucristo haya existido físicamente o no? ¿Varía en algo la calidad de nuestro ritmo vibratorio interno?
Abrazo
… Yo es que soy poco conocedor de los Evangelios (A lo sumo, he leído Eclesiastes, Revelaciones y un poco del Génesis), … Entiendo perfectamente tus impresiones al respecto, ya que soportado en la información que das y de acuerdo a las consideraciones y comparaciones que haces, ciertamente existen algunas aparentes incongruencias las cuales, racionalmente hablando; pueden conllevar a generar serías dudas respecto a la veracidad de esos acontecimientos, o por lo menos (como bien lo mencionas) sobre algunos de estos relatos … Bien reza el proverbio aquel, algo así como: «Si quieres tener dudas de la hora que es, verifica el tiempo en por lo menos dos relojes» … Habría que consultarle a un «criminologo» a ver cual es el procedimiento a seguir en estos casos … 🙂 :.. A lo mejor esta contradicción en particular se deba a una diferencia de percepciones (por su «ubicación geográfica») de aquellos Testigos: … Mateo dice que fueron dos porque no vio a más nadie delante de sí y Marcos dice que fueron tres porque estaba detrás de Mateo, y al fina;l hasta resulte que ninguna de las versiones es falsa … 🙂 …
… Al igual que tu, por una parte; también soy de los que cree que en estos escritos abunda y reina la «metáfora» (visto así por nosotros) como esquema de comunicación, … ¿y como no serlo?; cuando los mismos discursos de Jesús (dándolos por ciertos tal y como los conocemos en nuestros días) están impregnados de esta «figura comunicacional», y voy más allá; soy de los que cree que es propio y necesario de estos seres el hacer uso de la «metáfora» ya que ellos se encuentran tan inmersos en esa Unidad (donde todo se percibe intima y estrechamente relacionado) que tienen la capacidad de «echar mano» (voluntaria o involuntariamente) de alguna circunstancia similar para ejemplificar algo que desde nuestra forma de comunicación y percepción tan lineal resulte difícil, por no decir imposible; de explicar …
… Por otra parte, a mi juicio y reforzando mi comentario anterior, algo adicional a tomar en consideración, es la base de la comprensión y comunicación de la realidad que se tenía en aquellos tiempos, en donde El Cielo, y todos los sucesos y combinaciones de eventos y escenarios que en él se presentaban guardaban también una estrecha relación con lo que «en tierra» sucedía, y creo que no en vano o por ignorancia fueron adoptados esos criterios o esquemas en su tiempo, y en muchos casos transcrito así en los Evangelios … Muy fácil puede llegar a ser desde nuestro momento y percepción de la realidad, calificar aquellas interpretaciones como ignorancia pura en su más profunda manifestación (se que tu no lo has hecho), pero yo (aunque me cataloguen de ignorante) por lo menos dejo abiertas mis dudas … Como bien lo sabrás «La comunicación» con el Cielo ha sido un código de interpretación y comprensión que no solo era propio de donde surgió el Cristianismo, sino que además también fue asumida por otras corrientes culturales y espirituales, muchas de ellas aparentemente aisladas entre si, y que llegaron a desarrollar con ello herramientas y métodos de guía y orientación respecto a su realidad, que en algunos casos han dejado boquiabierto a más de un científico … ¿Que es lo que el Cielo «dice» que hoy no somos capaces de «escuchar» y por ende, menos aún de entender? … Uhmmm, a lo mejor es que estoy ya de psiquiatrico … Quien sabe … 🙂 …
… En conclusión, y disculpa si soy reincidente; pero en lo particular me resulta un poco difícil establecer una «validez histórica» sobre la base, en principio; de algunas posibles «metáforas», y luego; bajo posibles códigos de comprensión e interpretación de la realidad distintos a los nuestros, entre otras cosas … No obstante, y si el caso fuere de valorar según la literalidad de los hechos, sería interesante llevar a cabo el ejercicio inverso y verificar cuales eventos, literalmente hablando; son coincidentes y cuales no, y colocar ambas situaciones en la balanza … Yo es que si soy creyente de la existencia de Jesús, pero la verdad es que deriva más bien de algo que carece de fundamento científico como lo es la Intuición: 1) Porque creo que la misma armonía de Maya lleva a cabo «el descenso» de seres con estas características que den en ciertas circunstancias un poco de armonía y pongan algo de «orden en la pea» entre otras razones más; que a veces se pueda requerir en esta nuestra «fatÍdica realidad», 2) Porque creo que lo que conocemos como «Metafora» y «Realidad Aparente» están intimamente relacionadas y que a veces su diferenciación obedece solo a «Puntos de Vista», 3) Porque una casa (como la fundamentada sobre el Cristianismo) que ha resistido algo más de 2000 años, no creo que haya sido construida precisamente sobre arena …
… Bueno estimado, creo que me he extendido más de la cuenta; … 🙂 … yo no es que pretenda hacerte creer en algo que no te «cuadra» … ¿Como y por que habría de hacerlo? … Es solo un compartir de impresiones … Un Abrazo …
Agua China, me has dejado KO con el argumento de que el cristianismo, entendido como creencia historica, es una casa asentada sobre roca, a ver si me recupero de la estocada dialéctica. 😀
Es cierto que el cristianismo lleva 2000 años dando guerra (nunca mejor dicho lo de guerra) pero a través de qué metodos? Precisamente eso, guerras, genocidios, torturas, hogueras, robos, engaños y crímenes de todo tipo. Diríase que lo que comunmente se conoce como cristianismo, cristianismo oficial, creencia histórica, va protegido y dirigido por una horda de demonios sanguinolientos.
El satanismo, el «mal’, tambien lleva miles de años dando guerra, pero no creo que por eso haya que aplicarle la metáfora biblica de la casa sobre la roca.
Algo mágico hay en ello, desde luego, pero como siempre, hay que ser extremadamente cautos en las valoraciones.
Yo tambien me baso en la intuición para dudar de la realidad historica de Jesús. Ya ves, a cada uno la intuición le dice una cosa diferente. Pero, como dices tu, «no me cuadra». Claro que la mera intuicion no basta, es una orientación sobre hacia donde dirigir el esfuerzo racional. Como cuando un detective intuye que alguien es culpable (uno entre 100 o entre 1000) de un delito. Por sola intuición no podemos meter a nadie a la carcel, pero ya sabemos hacia donde dirigir la atención para buscar las pruebas racionales….
No digo que esa «energía crística de alto nivel» que hablábamos al principio no se encarne periódicamente, incluso que actualmente ande encarnada en distintos lugares. Sería más creible que pensar que sólo se encarnó una vez.
Puede ser. Pero no es evidente, ¿qué necesidad tiene? ¿Y qué se supone que debe hacer? ¿Ir por ahí curando ciegos, convirtiendo agua en vino, maldiciendo higueras y tal? ¿Provocando un culto a su personalidad y generando una cohorte de seguidores que luego se pelearán por acceder a los «primeros puestos» en el reino celestial ? (Mateo 20:20)
Y, en cualquier caso, ¿de qué nos sirve a nosotros? Si Jesus existió hace 2000 años me alegro por los cuatro gatos que le conocieron y tuvieron el privilegio de verle y escucharle. Pero el resto de millones de personas que no le conocieron, o que hemos nacido 2000 años después? ¿De qué nos sirve? ¿Vamos a evolucionar más y mejor solo por el hecho de opinar que realmente existio?
Hummm, Bueno, no me cuadra el aspecto historico. Quiza sean anecdotas mezcladas de diferentes maestros de diferentes escuelas de diferentes epocas y lugares.
Aunque tampoco creo que sea importante. Lo importante, si alguna vez se encarna un personaje de estos sería ver como podemos reconocerle, o en qué se distinguirá de los otros miles de maestros, mejor o peor encaminados, que andan por ahi repitiendo el guión evangelico.
Por lo demás creo que coincidimos bastante.
Abrazo