El protagonista de la evangélica leyenda, ya sentenció aquello de que «nadie es bueno, sino sólo Dios«. (Lucas 18:19)
Los personajes, en cualquier caso, parecen ir caracterizados a lo largo de un continuum, desde el menos malo, Jesús, seguido de sus discípulos, más o menos aplicados, hasta los menos buenos, llamémosles fariseos, Judas el traidor, y el mismísimo Príncipe de las tinieblas 😉 .
El señor de la matrix
«Y le llevó el diablo [a Jesús] a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la Tierra.
6 Y le dijo el Diablo: A tí te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.
8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.»
(Lucas 4:5)
Satanás, el Malo, es presentado efectivamente, como dueño y señor del mundo. Señor de la Riqueza, la Gloria y el Poder.
Sus adoradores, sus inferiores jerárquicos, no pueden ser otros que Aquellos que, literalmente, vendieron su alma al Diablo, a cambio de su peculiar status sociopolítico; aquellos que, literalmente, vendieron a su propia madre, a cambio de un buen puesto en las oficinas centrales de cuaquier corporación multinacional.
Se van ya perfilando así las lineas de fuerza que conforman el perfil satánico: se trata igualmente de un cambio en la clave vibratoria de la conciencia del aspirante satánico a cambio de la riqueza, la gloria y el poder matrixial.
Quisiera creer que no todos los altos cargos sociopolíticos son resultado de este tráfico satánico de influencias. Que, quizá, la Matrix muestra fisuras a través de las cuáles, y bajo la influencia de una coyuntura astrológica favorable, sea posible la emergencia de líderes, o trabajadores, en el mejor de los casos, independientes, (o tibios, aunque solo fuese.)
Hasta, quien sabe, en extraordinarias conjunciones macroastrológicas, quizás pueda hacerse realidad el ideal platónico del «filósofo-rey».
Pero, en fin, mientras tanto tendremos que conformarnos con nuestros reyes esquiadores, cazadores, y otras nobles artes, nunca mejor dicho…
El Bueno no es de este mundo
Si el Malo es dueño y señor de este mundo, cabría esperar que los Buenos emprendieran santa y justa cruzada contra el Mal, destronando a Satanás y sus secuaces e instaurando un reino terreno-celestial a las órdenes de Jesucristo.
Tal parecía ser la perspectiva de sus discípulos que, y aunque pertenecian al bando bueno, no les faltaba mal genio…
Y al ver ésto, sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? (Lucas 9:54)
Sin embargo, Jesús, el Bueno, frustró a más de uno de sus seguidores (entre los cuales parece ser, el propio Judas) por no iniciar la revolución material contra el imperio romano y sus cipayos judíos:
«Pero El, volviéndose, los reprendió, y dijo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois, porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas.» (Lucas 9:55)
Pero, ¿de qué espíritu son, entonces, los buenos cristianos?
Juzgado por la autoridad política confiesa su estrategia bueno-política-militar…
«Respondió Jesús [a Pilatos]: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.» (Juan 18:36)
Entonces, Jesús, líder de los Buenos, no emprende batalla contra Satanás. No pretende cambiar ni mejorar «este» mundo. Únicamente «salvar» a sus seguidores, (a quienes lo deseen, al menos).
Pero, ¿Salvarlos…? ¿de qué?
Salvarlos, parece ser, de «este» mundo satánico. Para llevárselos de aquí hacia otro mundo, se sobreentiende.
Pero, otro mundo… ¿Otro planeta?, puede ser…¿Una escuadrilla de OVNIS vendrá acaso para llevarse a los buenos cristianos a Ganímedes, Niburu o Sirius-B 😉 ?
Hummm… bueno, podria ser… pero lo dudo. Lo importante aquí no son las coordenadas espaciotemporales de «ese» mundo que no es «este». Lo importante es la cualidad energético-vibratoria del mundo, de cada mundo. Incluso, posiblemente, sea más apropiado, situar ese Alter Mundi, fuera del espacio-tiempo, a otro nivel vibratorio, pero, «más cerca que los pies y las manos». [1]
Y también, continuando con San Pablo:
«Ojo no ha visto, ni oído ha escuchado, ni han subido en corazón de hombre, las cosas que Dios ha preparado para los que le aman.» (1Corintios 2:9)
Lo cual nos reafirma en el punto de vista de cambio de la clave vibratoria que trasciende a los sentidos humanos clásicos.
Entonces, y resumiendo: que los «Buenos» no vienen a cambiar, ni mejorar el mundo. No van a echar a Satanás, ni a toda la jerarquía ejecutiva de su trono. No van a erradicar las guerras, ni el hambre, no van a construir escuelas, ni hospitales, ni van a promover las energias renovables. Unicamente vienen a «salvar» las almas que quieran ser salvadas, teletransportándolas al Reino de Ese mundo que no es Este de aquí. Quienes quieran seguir disfrutando de este mundo, bajo la égida de Satanás, están en su derecho. Nadie queda obligado a embarcarse hacia el cambio de clave vibratoria. Pero, «la carne y la sangre no heredan el reino de Dios» (1corintios 15:50)
Satanismo farisaico
No sé si estoy abusando del nombre de Satanás y sus derivados. Sólo pretendo referirme a éso, al Príncipe de este Mundo, al centro neurálgico de poder mundial, sin intención de meter miedo a nadie en el cuerpo.
El imaginario popular nos lo relaciona con sangrientos sacrificios humanos, de niños, canibalismo, desenfrenadas orgías y materializaciones de horribles demonios, íncubos y súcubos, feísimos ellos, tan feos, que su sola aparición, sin presentación previa, bastaría para matar de un infarto al probo ciudadano europeo, socialdemócrata, democratacristiano o neoliberal, da igual, la fealdad no entiende de ideologías

Sin embargo, ésto no es más que una pequeña parte del satanismo actual, y no la más importante.
Tampoco es necesario infiltrarse en secretas ceremonias supuestamente practicadas por respetados miembros de la nobleza y altas jerarquías mundiales.
Y, es que, por muy feas que sean estas horribles criaturas lovecraftianas… ¿qué atrocidades podrían cometer, que no hayan cometido ya nuestros santificados ejércitos cristianos, liderados por apuestos varones, diseñados en el departamento de marketing electoral de los Guardianes ?
¡Oh, sí! El susto de infarto, cuando el súcubo se nos materializa sobre la cama en mitad de la noche, rozaándonos con sus garras peludas y expirando su fétido aliento a traves de sus desproporcionados colmillos
Quita, quita, pongamos la tele, George Bush, John Kerry, bromeando sobre su militancia en la skull & bones [2].
Nuevas intervenciones por la paz en oriente medio…
¿he oído bien o Hugo Chavez estaba denunciando el fétido olor a azufre que impregna la asamblea de la ONU tras las intervenciones de su homólogo estadounidense? [3]
Estaría soñando…
En todas las buenas guerras «nuestros muchachos» sacrifican y descuartizan niños inocentes, violan sistemáticamente a sus madres antes de degollarlas en un buen baño de sangre para, seguidamente, dar buena cuenta de su tierna carne, que en las buenas guerras la comida escasea 😉 .
Esto es bien sabido por la clase política que prepara la guerra, y, mejor o peor, por los votantes que legitiman a los políticos en el poder.
A su lado, el sacrificio ritual señalado por conspiranófilos como David Icke («El mayor secreto», 1999) no deja de tener una relevancia anecdótica
.
Quien sabe, después de todo, no sería de extrañar que el sacrificio ritual de niños fuese una simple preparación moral para nuestros mandatarios. Sí, digo bien preparación moral. Y es que, mal papel harían nuestros gobernantes si comenzasen a ponerse sentimentalongos cada vez que toman conciencia de los miles, millones, de niños sacrificados por sus bombas, y sus políticas económicas
No es ninguna tontería que nuestros Jauntxos, los que cortan el bacalao de verdad, se formen moralmente en el seno de logias de orientación mágico-religiosa. Una persona normal no soportaría mucho tiempo la responsabilidad de los sacrificios humanos generados por las guerras y las políticas económicas. Aunque también es verdad que las personas normales no ascienden a cargos de este tipo. Se hace necesario, pues, un refuerzo mágico-religioso.
Y, un ritual donde los llamados a gobernar el mundo se dediquen a violar y sacrificar niños, es perfectamente coherente con la naturaleza de su misión en la arena político-militar internacional.
No es de extrañar, entonces, el fervor religioso que subyace en los buenos conflictos bélicos, ni los emotivos rezos y cánticos entonados en la retaguardia…

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[1] «Dios está mas cerca que nuestras manos y pies» es una cita atribuida a San Pablo, pero, a pesar de repasar sus cartas, no la encuentro por ningún lado. Si alguno sabe de donde sale… Solo una parecida de que «en él nos movemos y tenemos nuestra existencia«, Hechos 17:28)
[2]
[3] Chavez en la ONU hablando del diablo:
Discurso completo en: