
Toca abrir aquí una nueva parte, marcando el inicio de la vida universitaria y la complicada compaginación de los estudios académicos con la vocación místico-filosófica y el miedo a la esquizofrenia.
En los capítulos anteriores pasamos de una politoxicomanía hippie y rebelde a un mescalero misticismo psicodélico, y de aquí a un cristianismo gnóstico-evangélico.
Luego surge la necesidad de una profesión, independiente de la cuestión mística, que se canaliza hacia unos estudios universitarios, y hacia la necesidad de un grupo de referencia.
Por lo que se refiere al grupo psicosocial de referencia me oriento por un lado a la RosaCruz (esoterismo, cristianismo, etc) de Max Heindel, de la mano de Ixiu y, por otro lado al naturismo ecologista (ecología, vegetarianismo, salud, vida natural), un poco más relacionado con Pagitzlan, aunque, por supuesto, no es mas que una descripción orientativa.

En su lado «negativo» decidí tomar distancias de mis colegas triperos y de mi familia. Todo lo cual se complementaba con la decisión de irme a estudiar lo suficientemente lejos como para tomar distancias con mi antigua vida y observarme a mí mismo frente a personas y situaciones nuevas. Sin embargo, yo no consideraba el ambiente ingenieril como mi grupo de referencia, que, realmente, poco tenía que ver con el naturismo, con la filosofía y el ocultismo. ¿O sí?
