Aspectos psicosociales del camino. Liberación individual o liberación en grupo. Cuevas, monasterios, iglesias. Amor al prójimo. Función de los miembros no liberables. Arca de Noé. Rosacruz: un camino en unidad de grupo. Alumnos serios y revoltosos. Modelo de esclusas. La malas compañías y la co-ayuda dentro del grupo gnóstico. Influencia de la estructura burocrática en los miembros. Pero, ¿es imprescindible la burocracia? El dudoso ejemplo de los líderes.
Aspectos psicosociales del Camino
Tocaba filosofar un poco sobre los aspectos psicosociales del camino liberador y responder a la cuestión de si el Camino Gnóstico, o espiritual, se recorre individualmente o en grupo. Vamos a ver qué modelos encontramos en la literatura temática.
El asceta
La literatura tradicional muestra algunas indicaciones contradictorias. Por un lado tenemos el modelo del asceta retirado y aislado en una cueva del Himalaya. Modelo típico del hinduismo.
Se liberará, quizá sí quizá no.
Pero, en cualquier caso, lo hará él solito, y sin apoyarse en nadie.
Buda
Luego tenemos la leyenda de Buda. Aquí tambien tenemos un modelo en cierto modo individualista. El camino no se recorre en el aislamiento de una cueva, se recorre en contacto con diversos grupos humanos, con los que se tienen diversas experiencias que ayudan a caminar y evolucionar… (Considerar, si se prefiere, el relato de Herman Hesse)) Pero, finalmente, quien se libera es uno solo. Buda se apoya en su experiencia, en su contacto con sus convecinos. Aprende en el contacto con sus próximos… pero finalmente los deja atrás y alcanza la liberación él solito.
Discípulos
Luego tenemos el modelo clásico del Gurú, del Maestro que guía a un grupo de chelas, o discípulos. Pongamos también el caso del Buda que, según la leyenda, aparece rodeado al final de sus días por un grupo de alumnos. Podríamos tomar esta institución como un modelo de liberación grupal: el grupo de alumnos liberándose como un Sujeto colectivo compacto.
Sin embargo, parece ser, suele decirse.. los seguidores de un maestro nunca se liberan. El propio Buda, habría defendido este punto de vista… Pero… entonces… para qué predican 😀…
es algo que me pregunto con frecuencia, la recurrencia del modelo del iluminado que se rodea de un séquito de seguidores… a sabiendas de que, por la mera imitación, no se liberarán.
Pero, ¿Qué otra cosa podrían hacer? ,🤔🤔
En fin, sigamos con los modelos.
Cristianismo y Espíritu Santo
En el cristianismo tenemos un grupo de discípulos que, parece ser, se liberan en grupo. O, al menos, si no se liberan, sí que reciben conjuntamente el «Espíritu Santo». Que, sea lo que sea que sea el Espíritu Santo, suena a fuerza liberadora, que empuja a los alumnos hacia el objetivo liberador.
Amor al próximo
Pero lo que sí que resulta universal es la importancia del control y transmutación de ciertas energías psicosociales que sólo puede llevarse a cabo en contacto íntimo con nuestros próximos. Pensemos en el «amor» al prójimo. Sea lo que sea que sea el amor al prójimo, para cumplir con este precepto necesitamos de un próximo con quién ponerlo en práctica. Pensemos en el manejo del odio, la envidia, los celos, la vanidad, la crítica, la competencia… Evidentemente, no tienen sentido para quien vive aislado en una cueva del Himalaya.
Monjes y Monasterios
Pero también tenemos retiros colectivos. Puede ser el caso de congregaciones, budistas o cristianas, que se retiran a un monasterio, (también en el Himalaya, o en los Alpes, porqué no).
Aquí lo que tenemos es un modelo de liberación en grupo (siempre supuestamente, por supuesto). El individuo permanece integrado en el grupo, pero el grupo permanece aislado del resto del mundo. Los miembros de la congregación pueden practicar el amor al prójimo, fortalecer los lazos psicosociales, un manejo adecuado de la crítica y la competencia, pero en un ambiente supuestamente favorable, aislados de las tempestades magnéticas del «mundo»…
Quedaría por elucidar si el resultado final previsto es una liberación del grupo (todos los individuos del grupo se liberan «colegiadamente») o una liberación parcial, (una porción del grupo se libera, también colegiadamente). O quizá una liberación, también parcial, pero de individuos independientes. O sea: que se liberan a título individual, cada uno por su lado… y también gracias a la influencia benefactora del resto de compañeros que no se liberan.
Digamos que los miembros no-liberables colaboran en el mantenimiento de un campo de fuerza sobre el cual se realiza el proceso de liberación de los agraciados. ( Y no sé porqué me viene a la cabeza el modelo de las abejas protegiendo a su reina ,🤔🤔 )
De modo que, dentro de la congregación monástica, tendríamos dos tipos de personas, las que se liberan y las que, a pesar de su empeño no lo consiguen (al menos a corto plazo). Y aparte tendríamos las personas de «fuera», profanos que ni se empeñan ni tienen nada que ver con el Camino.
Por otra parte, quizá, podríamos considerar, las personas liberadas se apoyan en las que no lo consiguen, como una especie de colchón frente al «mundo exterior»
Iglesias y Sectas
Finalmente tenemos también otro tipo de agrupaciones, más corrientes actualmente, más integradas en la vida social. Digamos que sean del tipo-iglesia, o tipo-secta.
En el seno de una sociedad plural se forman grupos diferenciados del resto. Su «retiro», su aislamiento, no es tan estricto como el tipo-monástico. Los miembros de la iglesia mantienen una intensa relación entre sí a través de misas, charlas, encuentros, actividades, etc. sin por ello perder el contacto con «la sociedad civil». Aparte siguen unas normas básicas de comportamiento, de obligaciones y prohibiciones que los caracteriza y los diferencia del resto.
El grupo en cuestión se apoya sobre la propia sociedad, de la cual se desliga. Al menos en los aspectos económicos, militares, médicos, asistenciales, profesionales, etc. Y es gracias a la «sociedad» sobre la que se sustenta que puede recorrer su camino.
En este modelo, tenemos una intensa actividad de captación de nuevos miembros, a fin de integrarlos en la estructura burocrática, en la estructura jerárquica, más o menos formal. Muy recurrente en la mayoría de organizaciones, y especialmente las de tipo espiritual-religioso. La captación de nuevos socios que, a su vez, se dedican a captar nuevos socios puede convertirse en el objetivo prioritario de la organización (lo cual puede derivar en contradicciones cuando, por ejemplo, la captación de socios termina volviéndose más importante que los propios principios espirituales)
Nos queda por ver si, como en el caso anterior, la liberación sería «colegiada» o individual, total o parcial. Por supuesto todo es cuestión de grados.
En resumen
Tenemos, en resumen, tres modelos (y siempre considerando que nos movemos en diferencias de grado):
1. El individual, una persona recorre el camino en solitario y se libera individualmente.
2. El grupo de buscadores que trabaja, y se libera, colegiadamente, fraternalmente, como un único organismo agregado, haciendo realidad el «todos somos uno»
3. El modelo del grupo de buscadores que trabaja, y se libera, colegiadamente, como un único organismo, como en el caso anterior, pero apoyado sobre otro organismo que no se libera. No se libera pero arropa y crea las condiciones para que los primeros agraciados sí que se liberen.
Y, luego, estos pocos individuos a su vez, pueden seguir el modelo individualista, o grupal.
El Arca
En la mitología Gnóstica se relacionan estos grupos de liberación colegiada con la leyenda de Noé, con el arca que sobrevive al diluvio, a las tormentas magnéticas terrestres. El grupo unido de buscadores, desarrollando un poderoso campo de fuerza que los protege y los impulsa hacia un nuevo estrato planetario. Se sobreentiende que, en este caso, lo que tenemos es una liberación colegiada, bien sea que trabajaron conjuntamente, bien sea que en un momento dado se separaron del grupo matriz.
En cierto modo puede entenderse que el camino liberador implica transformaciones no solo de tipo psicológico sino también psicosocial y, parece, parece digo, que para transmutar este tipo de líneas de fuerza psicosociales sea necesario, precisamente, el taller psicosocial, la unidad del grupo de buscadores.
Y, también, parece, que, según el modelo del Arca, en un momento dado se produce una ruptura con el mundo, lo cual conlleva el desarrollo de un patrón psicosocial peculiar, tanto en un grupo como en el otro. La ruptura, por su parte, no siempre se produciría en términos pacíficos, siendo relativamente frecuente la persecución y muerte del grupo de liberados a manos del resto.
Rosacruz
El planteamiento de la RosaCruz moderna va en esta línea: trabajo en grupo, liberación del grupo:
«Por ello debe haber una unidad de grupo claramente consciente, positivamente querida, deseada de todo corazón y concretamente aplicada. Debe haber un grupo de personas, de portadores de imagen, que conozcan y comprendan bien el plan. Es una quimera, un intento desesperado y negativo, suponer que es posible recorrer el camino de forma aislada, como algunos suponen. Es de suma importancia comprender claramente el fundamento científico-natural de estas cosas. (JvR, «El misterio de la vida y de la muerte», capítulo 8)
Lo que no nos aclara JvR es si resulta más recomendable el camino en solitario o mal acompañado, en el seno de otros cuestionables grupos ocultistas y religiosos, distintos del rijkenborgiano😀.
Segregación de miembros «serios«
Por otra parte, JvR también repite con frecuencia que, integrados en la burocracia rosicruciana, nos encontramos con alumnos «serios» y otros que no lo son tanto. Los primeros irían bien encaminados hacia la liberación, los otros no tanto.
¿Cómo se influirán mutuamente?
Finalmente, lo que parece, es que no es el grupo el que se libera, sino los miembros individuales o subsectores dentro del grupo. Y vemos repetirse el modelo comentado previamente: dentro del grupo de referencia solo unos pocos se liberan.
Modelo de esclusas
A no ser que consideremos que constantemente se va redefiniendo el grupo, segregando a los más avanzados para formar grupos de nivel vibratorio de mayor calidad… mayor calidad y menor cantidad, estructurándose piramidalmente, a modo de esclusas, con un nivel vibratorio de mayor calidad a medida que nos elevamos hacia la cúspide. La «esclusa» tendría la función de «proteger» a cada estrato de los inmediatamente inferiores, y el último estrato quedaría protegido del mundo profano.
Un mundo profano bien numeroso, por cierto:
Y es que el lectorium cuenta actualmente con unos 20.000 miembros (ref. del vídeo anterior). En una población mundial de 7000 millones, la proporción, la verdad, es que queda un poco escasita, y ello sin contar con que «no son todos los que están»: que el número de miembros «serios» resulta bastante más reducido.
Si cada estrato va protegido del inferior, dentro de cada estrato se crean, se intentan crear, condiciones para la unidad de grupo.
Influencias dentro del grupo
Sobre el principio de co-ayuda dentro del grupo nos dice JvR:
» Cada uno [de los miembros] se esfuerza y realiza un intento por llegar a cierta realización en su propio ser. Si algunos se desvían, son desenmascarados cada vez con mayor rapidez y, ante sí mismos y ante el grupo, son puestos en evidencia. » (JvR, «La gnosis en su manifestación actual»)
Pero tambien sobre influencias negativas entre miembros:
«Un alumno entra en la Escuela y la Escuela le admite cordialmente. Pero, ¿qué aporta a la Escuela aparte de sus posibilidades? ¡Su herencia kármica! Pues él no esta aún libre de su pasado kármico, del dominio de su pasado. Las fuerzas kármicas colectivas de los alumnos realizan su actividad, ejercen una influencia obstaculizante sobre la actividad y la expansión de la Escuela, que se manifiesta y actúa en el Atrio de la Escuela. Por esta razón, no sólo tenemos que vencer al mundo en su generalidad, sino que cada uno de nosotros debe vencer igualmente su propio «pequeño mundo». La Escuela debe cuidar de que nuestro pequeño mundo no la ataque por sorpresa, ya que basta una pequeñez para que la obra sea frenada». (JvR, «La gnosis en su manifestación actual»)
Catharose de Petri matizará al respecto, y citando de nuevo a Chuang-tse:
«Si tres hombres caminan juntos y uno de ellos está extraviado, ellos alcanzarán de todas formas su meta, ya que el extraviado está en minoría. Si por el contrario dos están extraviados, no alcanzarán su objetivo, ya que los extraviados están en mayoría.»
[…]
» Y para terminar, un aspecto de la actividad bienhechora de la Escuela Espiritual. Suponga que, a pesar de los esfuerzos realizados en los talleres alquímicos de la Escuela, un tercio de los alumnos reaccionara negativamente, pues, por alguna razón, le falta el necesario discernimiento inicial, mientras que los otros dos tercios reaccionasen bien. En este caso es posible que los dos tercios que comprenden conduzcan al otro tercio hacia el objetivo: Si de tres hombres que caminan juntos, uno de ellos está extraviado, los tres alcanzarán de todas formas la meta. La relación no debe ser modificada en sentido desfavorable, de modo que los extraviados estén en mayoría. La inmensa importancia de la unidad de grupo aparece así con claridad ante usted. (Catharose de Petri, «Transfiguración»)
Ahora bien, ¿Qué criterios se supone que se siguen para calcular la proporción de positivos y negativos?
Quiero decir que podemos calcular la proporción positivos/negativos en función del número total de miembros de todos los países y aplicarlo a cada grupo local. Es decir que, aunque en un pequeño grupo local tengamos mayoría de negativos, la influencia positiva del grupo global se trasmite a cada grupo local. Claro que para que ésto sea posible debemos suponer algún tipo de canal misterioso a través del cual se trasmita la citada buena influencia, alguna especie de magia gnóstico-burocrática. O sea, que por el mero hecho de formalizar una solicitud de ingreso ya comenzarían a influirnos las fuerzas gnósticas. No es que sea una hipótesis muy digerible, pero es lo que se deduce del presupuesto previo.
O quizá haya que calcular la proporción localmente. Entonces, si en un grupo local hay mayoría negativa, entonces el grupo local se desvía. Con lo cual su pertenencia a la burocracia global sería irrelevante. Y un interesado que se adhiere a un grupo local negativo se perdería igualmente…
Y la diferencia entre afiliarse a un grupo local negativo o afiliarse a otra dudosa organización no se muestra muy evidente. Nos encontraríamos con grupos locales muy heterogéneos, dominados por la herencia kármika resultante de cada grupo local.
A vueltas con el carácter imprescindible de la burocracia
Entonces, bien, de acuerdo, supongamos que sí, que sea cierto lo de la necesidad de trabajar en grupo para conseguir una liberación, también grupal. Pero, ¿Hace éso imprescindible a alguna burocracia específica, la Rosicruciana, por ejemplo?
De acuerdo, necesito colaborar con un grupo para el proyecto liberador. Pero, ¿Tiene que ser necesariamente el grupo X? ¿No puedo conseguirlo uniéndome a cualquier otro grupo espiritual o filosófico, o incluso político o humanitario?
O poner un anuncio en la web: «se buscan buscadores para formar grupo de autoayuda versus camino liberador».
Puede que dentro del grupo elegido unos buscadores sean más «avanzados» que otros. Pero eso no debería importarnos, pues lo relevante, podría ser, disponer de un taller alquímico psicosocial donde pulir nuestras cualidades psicosociales, nuestro manejo del amor y del odio, el respeto, la envidia, la competencia, los celos, las críticas… De pulir nuestra capacidad de forjar un grupo Unido, sólido, estable.
La propia división del ecosistema humano en alumnos «más avanzados» y «menos avanzados» no parece la más adecuada para una unidad efectiva de grupo. El patrón electromagnético de interaccion debería permanecer constante. Primero porque nadie es quien para juzgar el nivel de sus convecinos («primeros serán últimos»). El camino lleva sus vaivenes, sus recovecos y sus espirales, quién hoy porta una pulsación magnética de calidad, mañana puede haber perdido el ritmo.
«En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?
2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,
3 y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
4 Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.
5 Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.» (Mateo 18)
Entonces, en principio, quizá, para desarrollar nuestras cualidades Gnóstico-psicosociales no sería tan necesario interactuar con otros buscadores más «avanzados», al contrario, el patrón electromagnético de interacción se fortalecería ignorando la susodicha jerarquía, al contacto con buscadores supuestamente menos avanzados.
A partir de aquí surgen contradicciones e interrogantes a distintos niveles.
Dudoso ejemplo de los Maestros
Primero, porque los «maestros espirituales» no dan buen ejemplo en este sentido. Los buenos Maestros, a todos los niveles se nos presentan, como comentaba más arriba, como solitarios, como arrivèes d’ailleurs. No tienen amigos, o compañeros, o iguales. Pensemos, de entrada, en la figura de Jesucristo o de Buda, krishna… Cualquier Gurú o Maestro de cualquier tendencia…
No se nos presenta un ejemplo de interaccion igualitaria. Al contrario, se nos presenta un Maestro, un Pastor, en contraposición a sus alumnos, a sus ovejas, de las cuales se sitúa a buena distancia. Luego, los discípulos, sí, van todos en el mismo barco, enderezando sus consabidos problemas de interacción magnética.
A partir de aquí vemos surgir innumerables maestros, y creadores de movimientos espirituales siguiendo el ejemplo, siguiendo el mismo patrón. Maestros solitarios que no aspiran a interaccionar con «iguales», no tienen «grupo de pares». Aspiran a rodearse de un grupo incondicional de alumnos, con quienes mantener un intercambio energético de tipo no-simétrico, ni reversible. Es el rol de líder que ha venido saliendo varias veces a lo largo del blog, y del cual, me suelo preguntar si no hunde sus raíces en el líder de las manadas del reino animal.
Pero, claro, el líder es un modelo a imitar por los seguidores… Y así como el líder se presenta como superior a sus alumnos así también los alumnos quieren hacer lo propio, buscando elevarse por encima de sus compañeros.
En el caso de Rijckenborgh, este rol viene atenuado, o así lo parece. Su liderazgo vino compartido primero con su hermano, luego con Catharose de Petri. Y en cierto modo con Antoine Gadal, heredero de la tradición cátara, con quién deja sellado un hermanamiento o alianza. Igualmente dejará entrever un cierto trato de «igualdad» frente a otros trabajadores contemporáneos, ya se citaron en capítulos previos, pongamos a Mikhayl Naimy, o Krishnamurti. Al menos cierta tendencia hacia un liderazgo compartido.
No sé si las relaciones entre JvR y Catharose de Petri eran tan armónicas como se cuenta, pero al menos se aprecia una tendencia en ese sentido. A la muerte de JvR sí creo que surgieron ciertas desavenencias en relación con su hijo… pero éso es cotilleo para otro capítulo.
A la muerte de Catharose de petri, ya en tiempos más recientes, desaparece el status de «gran maestro» y la dirección de la organización se reparte entre 12 o 13 miembros. De este modo va ganando en horizontalidad.
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