A ver si vamos terminando con la retaila de cualidades y conceptos y atributos relacionados con la «buena conducta», que ya se alarga demasiado.
El mago Leadbeater se las apaña para permanecer en nuestros espacios mentales 😉
Hemos visto, demos un repasico:
– Dominio de la mente
– Dominio de la acción y
– Tolerancia.
Nos queda la alegría, la confianza y la aspiración única. Voy a empaquetar en un solo capítulo, a ver si terminamos.
Alegría, Confianza y autoayuda
Alegría y Confianza parecen deseables cualidades no solo para recorrer el «sendero» sino para manejarse en la vida de todas formas. Cualidades dignas de figurar en cualquier manual de autoayuda y desarrollo personal.
La primera objeción que nos viene a la cabeza se refiere a si estas cualidades pueden manejarse a Voluntad o deben ser adquiridas mediante algún tipo de técnica.
Más bien parece que deba ser la segunda, o al menos parece que tengamos que descartar la primera. Porque, ¿Quien no quiere vivir alegre y seguro de sí mismo? ¿O es que la gente permanece en depresión por voluntad propia?
En cualquier caso, el texto no da ninguna pista sobre cuáles podrían ser esas técnicas. Únicamente podemos depositarlo en nuestro cajón de propósitos vitales. Como rumiando interiormente el mantram «quiero ser una persona alegre y confiada» y calibrando, en el día a día, en cada momento, en qué medida vamos respondiendo al modelo ideal de la alegría y la confianza.
En las técnicas de autoayuda, control mental, autohipnosis etc… la técnica para obtener este tipo de cualidades psicológicas es precisamente repitiendo mentalmente afirmaciones del tipo «quiero ser alegre y confiado«. O, más exactamente, «soy alegre y confiado», en presente, como dándolo por hecho, y engañando a los circuitos neuronales para que, creyendo formar parte de un psiquismo alegre y confiado, actúen en consecuencia.
Las afirmaciones, además, deben repetirse en estado de relajación o, en cualquier caso, en un estado mental peculiar, «alfa», o como se quiera llamar.
Parece que funciona, más o menos.
Pero por ahora no vamos a entrar a valorar si funciona mejor o peor, dejémoslo en un 50%.
Alegría, confianza y camino espiritual
La segunda objeción frente al cultivo de estas cualidades, más importante, es si realmente la alegría y la confianza están directamente relacionadas con el camino gnóstico espiritual o llevan trampa asociada.
Especialmente las así conseguidas, mediante técnicas de autohipnosis o control mental.
Y, como siempre, va a ser que sí, que hay trampica, que toda receta lleva implícita su letra pequeña.
Alegría
La alegría siempre, o casi siempre, va unida a un objeto, una circunstancia, que va a tener por causa directa.
Normalmente la satisfacción de un deseo, una buena noticia… pongamos que nos toca la lotería… nos ponemos a saltar y gritar de alegría.
Pero, realmente, ¿éso tiene algo que ver con el camino espiritual?
Hay otros tipos de alegría más cuestionables.
Por ejemplo, la que nos llega tras beber unas copas de licor, o un cigarro de marihuana.
Pongamos también que nos alegramos del dolor ajeno. Nuestro enemigo tiene un accidente y muere… pongamos que sea un dictador, un competidor en nuestra carrera
hacia el éxito, se muere, o enferma, y nos deja vía libre…
O alegrarse sin más del sufrimiento ajeno, sin que medie algún beneficio a nuestro favor.
Tampoco suena muy espiritual que digamos.
Entonces, tendríamos que suponer un tipo de alegría peculiar independiente de todo objeto, y circunstancia. Y aún así quizá no fuese demasiado políticamente correcto.
Ya no se trataría del tipo de alegría que podamos experimentar cuando nos toca la lotería o cuando gana nuestro equipo de fútbol favorito. Se trataría más bien de una alegría en abstracto, una alegría por la Vida, una alegría por la propia existencia independiente, repito, de las circunstancias que nos acompañen.
Se trataría de mantenerse alegre en la riqueza y en la pobreza, en la salud y la enfermedad, en el éxito y en el fracaso.
Aún así, decía, en determinados momentos, quizá no sea demasiado políticamente correcto, como cuando muere un ser querido, o cuando la desgracia recae sobre nuestros vecinos.
Una cosa es que aceptemos con humor y alegría nuestras propias desgracias. Pero esa misma actitud ante terceros puede resultar un tanto ofensiva.
En cualquier caso, si asumimos el papel del sufrimiento en la evolución, en el aprendizaje, como señalan muchos místicos, pues difícilmente vamos a poder compatibilizarlo con un estado de constante alegría.
Confianza
Al tema de la confianza también podemos darle un repaso.
¿Tener confianza en nosotros mismos? Sí, pero,
¿Confianza en unas habilidades que no tenemos?
¿Confianza en que saltando por la ventana venceremos la fuerza de gravedad?
¿Confianza en nuestro ego?
¿Confianza en nuestro Camino?
Sí, pero, ¿y si seguimos el camino equivocado?
¿Confianza en el «Maestro»?
Sí, pero, ¿ como sabemos que se trata de un auténtico Maestro y no un genio maligno?
¿Confianza en el Maestro, o confianza en nuestra capacidad de discernir al buen Maestro?
¿Confianza en la Vida, así en abstracto?
Humm, puede ser. Pero hay que calibrar adecuadamente ese status vibratorio que estamos definiendo como «alegría» o «confianza»
Hablaba más arriba de la capacidad de discernir al buen Maestro. O sea, la capacidad de discernir lo Bueno y lo Malo, que comentábamos en el primer capítulo.
Y es que todas estas últimas cualidades tratadas: tolerancia, alegría, confianza… deben montarse sobre el discernimiento. Pues de lo que se trata, en última instancia, es de confiar en lo bueno pero desconfiar de lo malo. Alegrarse de lo bueno, pero apenarse por lo malo, tolerar lo bueno…. o quizá, más bien, tolerar lo mediocre y rechazar lo malvadamente Malo.
En una palabra, y volviendo a lo de siempre. De lo que se trata es de discernir el tono vibratorio adecuado, sea cual sea el nombre que queramos darle. Toda palabrería no va a ser más que orientativa y muy dependiente del contexto.
Aspiración única
Tres cuartos de lo mismo para la «aspiración única».
Para alcanzar cualquier objetivo en el plano mayávico, nada como la aspiración única: concentrar toda nuestra energía mental en un objetivo, sin distracciones.
De nuevo tenemos una técnica de autoayuda, que puede usarse para lo bueno tanto como para lo malo. Tanto en un contexto terapéutico como en un contexto de lucha satánica por el poder.
De nuevo lo importante va a ser el discernimiento, discernir el campo vibratorio hacia el cual orientarnos, manteniendo la orientación cada hora del día y cada día del mes.
El buscador medio, pongamos, se encuentra dividido entre orientaciones y aspiraciones diversas, incluso contradictorias, que disipan su energía mental.
Sería a través de la «aspiración única», la orientación constante hacia el campo de fuerza gnóstico que la evolución espiritual se consolida.
Pero, igualmente, es a través de la aspiración única, de la orientación constante hacia objetivos mayávicos y satánicos, que el Mal se consolida en el mundo.
Vayamos con el texto.
«Debéis sobrellevar alegremente vuestro karma, cualquiera que sea, aceptando como un honor que el sufrimiento caiga sobre vosotros, [..] Por muy penoso que resulte, agradeced que no sea peor.
Bueno, aquí tenemos una contradicción, de entrada. Si sobrellevamos alegremente nuestro karma, o lo que sea, entonces no podemos decir que sea penoso. Si sobrellevamos alegremente el sufrimiento, entonces deja de ser sufrimiento. ¿Como es éso de agradecer que no sea peor? El sentido que se deja entrever, en clave paradójica… es diferente.
Una cosa es la alegría y otra el sufrimiento. Y otra el sufrimiento «sobrellevado alegremente». Digamos que al menos hay dos tipos de sufrimiento: el sobrellevado alegremente y el sobrellevado, digamos que, de otra manera.
Cada cual que lo integre como pueda.
Se intuye que sí, que tiene su sentido, aunque yo casi diría «sobrellevado positivamente«, no se… Pongamos por ejemplo que reconocemos en el sufrimiento, sufrimiento físico, una propiedad curativa, educativa, o liberadora. En un dolor de cabeza, por ejemplo. Y lo recibimos con una actitud abierta y positiva.
En cierto modo, de lo que se trata es de permanecer «alegre» en circunstancias adversas. O sea, en condiciones contrarias a las comúnmente consideradas como precursoras de la alegría. O dicho de otro modo: se trata de una alegría independiente de la ilusión fenoménica.
«Debéis desechar toda idea de posesión. El Karma puede arrebataros las cosas que más queráis y hasta a las personas que más améis. Aun entonces debéis permanecer alegres, dispuestos a separaros de todo».
Bien, aquí saltamos al dolor psíquico, presumiblemente originado por la pérdida de alguna cosa o alguna persona. Podemos darle el mismo enfoque. No sé trataría de que nos pongamos a dar saltos de alegría al recibir la noticia de la muerte de un ser querido, o de la pérdida de todos nuestros ahorros en la bolsa. Presumimos que estas pérdidas nos van a originar un dolor, una perturbación psíquica, que intentaremos enfocar positivamente, más bien que alegremente, con la pregunta, con el interrogante vibracional:
«¿Que tengo que aprender de esta experiencia?».
Bueno, en general, todo dolor por toda pérdida lo primero que nos muestra es la medida en que estamos atados a la ilusión fenoménica. Pero tampoco podemos obviar un aprendizaje de tipo más práctico, en el sentido de «¿qué pude hacer para evitar la perdida? O ¿Que podré hacer en el futuro para evitar una perdida similar?
Si nuestro hijo muere, por malos cuidados, o perdemos nuestros ahorros por una mala gestión… La primera lección que que debemos extraer es de tipo práctico, y aprender a cuidar de nuestros hijos y de nuestros negocios. Luego, en segundo lugar, ya vendrán las consideraciones kármikas y mayávicas.
«A menudo el Maestro necesita verter Su fuerza sobre otros por medio de Su discípulo e incondicional servidor; y si éste cayese en la depresión no podría Él realizarlo. Así, la alegría debe ser vuestra norma.»
Bueno, yo diría, y según el lenguaje que vengo empleando, que el campo de fuerza Real se trasmite de unas personas a otras. No necesariamente de maestro hacia alumno, sino que horizontalmente, entre alumnos, o entre buscadores. Y no hablaría tanto de alegría como de energía, energía positiva, por supuesto.
Como señalaba más arriba, la alegría pura y dura no siempre es lo más oportuno para conectar con un próximo. Especialmente si se encuentra en momentos difíciles, un funeral, pongamos por caso. Lo realmente relevante es la conexión con el campo de fuerza Real, sea en clave de «alegría», o en clave de serenidad, tranquilidad, o incluso una cierta tristeza nostálgica y lúcida.
«Debéis confiar en vuestro Maestro; debéis confiar en vosotros mismos.»
Bueno, lo dicho. Habrá que matizar el significado de esa «confianza», no sea que se vuelva en nuestra contra. Sea lo que sea que entendamos por el «maestro», si es un «mal maestro», no nos conviene para nada confiar en él.
Mejor suena lo de «confiar en vosotros mismos«. Pero al final estamos en las mismas. Podemos creer que vamos por buen camino y estar completamente equivocados.
Claro que también es verdad que no queda otra, pero no está de más considerar nuestras creencias, nuestros puntos de vista como humildes hipótesis
Si ya habéis visto al Maestro, confiaréis del todo en Él a través de vidas y muertes. Si aún no Lo habéis visto, debéis tratar de imaginároslo y confiar en Él, porque si no lo hiciéreis, no podrá Él ayudaros.
Por si hubiera alguna duda sobre el sentido que el texto da al «maestro», aquí nos aclara que no se trata de un maestro de carne y hueso, sino de un maestro etérico, que nos guía y tutela incluso de una encarnación a otra. En cualquier caso ésto no quita ni pone nada a lo ya dicho. Puede tratarse igualmente de un mal maestro, aunque trabaje desde el plano etérico o astral.
Sin completa confianza no puede establecerse la perfecta corriente de amor y de poder
Vosotros, vuestro Yo real, es una chispa del propio Fuego Divino; y como Dios, que es omnipotente, está en vosotros, nada hay que no podáis hacer si queréis. Decíos: «Lo que hizo un hombre, otro hombre puede hacerlo. Yo soy un ser humano, más aún, soy Dios en el hombre: puedo y quiero hacerlo.» Porque vuestra voluntad debe ser cual acero templado, si queréis hallar el Sendero.
Sin negar el carácter terapéutico de este último párrafo, resulta un tanto peligroso: «nada hay que no podáis hacer si queréis»; «soy Dios en el hombre», rayan visiblemente en el satanismo: se pretenden los poderes divinos para alcanzar metas terrestres 🤔🤔.
Si lo vemos como terapia, todavía podríamos darlo como aceptable. Sin embargo, la frontera con el satanismo no queda muy evidente. Todo depende, quizá, de aquello que pretendamos conseguir. ¿Una modesta supervivencia vital? ¿Salir de un bache depresivo? O quizá nos estemos refiriendo a luchas por el Poder de alto standig?
Para cogerlo con cuidado.
«Aspiración única significa también que nada deberá jamás desviaros, ni siquiera por un momento, del sendero en que habéis entrado. Ni tentaciones, ni placeres terrenales, ni mundanos afectos deberán nunca apartaros de él. Porque vosotros mismos debéis identificaros con el Sendero, el cual ha de formar parte de vuestra naturaleza, de tal modo que lo sigáis sin necesidad de pensar en él ni en la posibilidad de abandonarlo».
De acuerdo. Si se basa en el auténtico discernimiento del auténtico campo de fuerza gnóstico. Pero, ¿Y si lo que perseguimos es otra cosa? ¿Si el sendero nos lleva a otra parte?
«Ni tentaciones, ni placeres terrenales, ni mundanos afectos deberán nunca apartaros de él»
Sí, de acuerdo. En principio de acuerdo.Pero eso mismo podría aplicarse a un tirano en tiránica senda hacia el Poder.
Porque hay algo peor que una persona «mala». Y es una persona concentrada totalmente en el Mal. Y, dicho sea de paso: peor que una persona mala, es una persona que vive alegre y confiadamente con su maldad.
Una persona en la cual el Mal «forma parte de su naturaleza» y «sin posibilidad de abandonarla«.
Porque, tambien tenemos personas malas, o medio malas, que cargan con su conciencia, con el dolor, la tristeza, la inseguridad… de la conciencia de una maldad que no pueden controlar…
Conclusiones
Bueno, para concluir yo diría que lo de siempre.
Lo importante es el discernimiento, calibrar con atención la calidad del campo de fuerza hacia el cual nos orientamos.
Las cualidades citadas: alegría, confianza, aspiración única… no son las llaves que nos permitirán acceder al Campo de Fuerza Real. Inversamente, son las consecuencias de una orientación Real. Pero se trataría de una Alegría Real, una Confianza Real, y una Aspiración Real. Esto es, independientes de los vaivenes del mundo fenoménico.
Consideradas en su aspecto mayávico, estas cualidades pueden ser útiles, pueden ser terapéuticas, pero deben ser mantenidas a mínimos, con riesgo de devenir en satanismo.
Dinero y Poder nos proporcionan alegría y confianza. Pero no resultan estables, no resultan Reales. Nos vemos impulsados entonces a perseguirlos, a concentrar nuestra búsqueda, aspirando únicamente a ellos.
****
Bueno, el próximo y último capitulo trata sobre el Amor. Una de las palabras más traídas y llevadas en la literatura espiritual. Se merece una atención especial. Y a ver si pasamos a otra cosa, ya llevamos cuatro meses con el comentario.
****